El Orgullo LGTBI+ tiene «más motivos que nunca» para salir a las calles este 2023. Así lo defiende la presidenta de la Federación Plataforma Trans, la activista andaluza Mar Cambrollé, para quien la semana grande de la diversidad que ha arrancado este viernes en la capital estará marcada sin duda por la celebración de la ‘ley trans’, pero también por la defensa de la misma ante «la amenaza de la derecha y la ultraderecha».
A las puertas de unas elecciones generales tras las que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha prometido derogar la norma actual para la igualdad de las personas trans de resultar ganador, también la presidenta de la Federación Estatal LGTBI+, Uge Sangil, se muestra «preocupada» por un posible retroceso en los derechos conquistados. Eso sí, asegura, el colectivo está preparado para luchar. «No podemos volver a tiempos grises, vamos a hacer todo lo posible para que España siga siendo respetuosa con la diversidad», insiste a RTVE.es.
“Por nuestros derechos, por nuestras vidas y con Orgullo“
La pancarta que encabezará la manifestación del Orgullo 2023, de hecho, no llevará el lema elegido, «Abrazando la diversidad familiar: iguales en derechos», sino la reivindicación «Por nuestros derechos, por nuestras vidas y con Orgullo». «Seguimos defendiendo la diversidad familiar, pero el Orgullo siempre tiene que ser político y ponerse en primera línea de lo que está ocurriendo», algo imprescindible sobre todo cuando «el país puede acabar en manos de un Gobierno de ultraderecha», defiende Sangil.
«El avance más importante en la democracia» para las personas trans
La ‘ley trans’ fue aprobada en el Congreso el pasado 16 de febrero, una jornada que para Cambrollé, presidenta también de la Asociación de Transexuales de Andalucía, supuso «el avance más importante en 45 años de democracia» en lo que respecta a las personas del colectivo. La norma, dice, hizo historia principalmente al eliminar la hormonación obligatoria y las evaluaciones psicológicas y médicas como requisitos al solicitar el cambio de sexo en el registro civil. Es el «reconocimiento» de que «no estamos enfermos».
Como Cambrollé recuerda, desde 2007 y hasta hace apenas unos meses la normativa requería que las personas trans mayores de edad fuesen diagnosticadas con disforia de género, así como que hubiesen recibido un tratamiento médico durante al menos dos años «para acomodar sus características físicas a las correspondientes al sexo reclamado». Una «iniciación química forzosa» que «supone de facto la esterilización» y por la que no todos los miembros del colectivo desean pasar.
No obstante, la propia ley de 2007 fue en sí misma un hito: acabó con el requerimiento de una cirugía genital. «Las personas trans tenían que disponer de unos 21.000 euros para poderse cambiar el nombre», mientras que ahora incluso los menores de a partir de los 16 años pueden hacerlo sin pasar por quirófano ni por ningún tipo de examen. También los jóvenes de entre 14 y 16, siempre que acudan acompañados de sus tutores legales. El Estado, por fin, ya no pone un precio a la identidad de las personas trans «a pagar con su cuerpo», celebra la sevillana.
Pero justamente los aspectos que más destaca el colectivo trans de la nueva norma son los que el presidente del PP planea eliminar. En una entrevista en Onda Cero, Feijóo criticó duramente la ley a principios de junio al asegurar que «es mucho más fácil cambiarse legalmente de sexo que aprobar la selectividad o sacarse el carné de conducir». La calificó de «disparate» y, según avanzó, será derogada y cambiada por otra -sobre la que solo han dicho que «respetará» y «respaldará» al colectivo– de ganar las elecciones del próximo 23 de julio.
También la presidenta popular de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado en el debate de investidura de la nueva legislatura que modificará la ‘ley trans’ autonómica, cumpliendo así la promesa que hizo el pasado mes de marzo a Vox, cuando aseguró que el PP cambiaría la norma de 2016 por una «más sensata».
La «lona del odio» y otras «amenazas»: «Nos han quitado hasta el miedo»
A las palabras de los líderes del PP que han preocupado a gran parte del colectivo se ha sumado esta semana el emplazamiento de «la lona del odio», llamada así por la presidenta de la Federación Estatal LGTBI+, Uge Sangil. Se trata de una pancarta desplegada por Vox en la calle Alcalá de Madrid que «atenta contra toda nuestra sociedad y sus valores democráticos» y en la que aparece una mano con una pulsera con los colores de España arrojando a la papelera logos como el del movimiento feminista, la Agenda 2030 y la bandera LGTBI+.
Entre otras «amenazas», además, tanto Sangil como Cambrollé recuerdan que el Tribunal Constitucional ha admitido a trámite los recursos de inconstitucionalidad presentados por Vox y PP contra la ‘ley trans’ al considerarla «ideológica» y que los discursos de odio contra los españoles LGTBI+ continúan aumentando peligrosamente. Hasta el 29% de esta parte de la población ha sufrido acoso con motivo de su orientación sexual, mientras que casi el 9% ha sido agredida sexual o físicamente, según datos del informe Estado del odio.
«Es desagradable escuchar ese tipo de cosas», admite la andaluza, pero no van a poder con el colectivo «de manera tan sencilla», afirma refiriéndose concretamente a las palabras de Feijóo. «Sin políticas de empleo, sin sanidad, sin protocolos que nos protegieran del acoso en las escuelas… Nos han arrebatado tanto durante tantos años que nos han quitado hasta el miedo«, y el Orgullo que arranca este viernes en la capital ofrecerá una primera respuesta «contundente y firme». Como en otros momentos de la historia, «no tenemos nada que perder y mucho que ganar, derechos y dignidad», concluye.
En esa línea, Sangil afirma igualmente que, tal y como rezará la pancarta de cabecera de la manifestación del 1 de julio en Madrid, «por nuestros derechos, por nuestras y vidas y con Orgullo», tanto las personas del colectivo como las aliadas saldrán a las calles de toda España hasta el día 24 con el objetivo de hacer oír la diversidad. «No nos callaremos porque nuestras vidas están en juego y, aunque nos tiren a una papelera, somos resilientes y saldremos de ello«, defiende.
Un compromiso colectivo con la diversidad
Para la activista Mar Cambrollé, el Orgullo no se trata solo de un evento para cuidar las vidas de las personas que pertenecen al colectivo, sino para promover el bienestar de toda la sociedad. «Yo creo que todo el mundo que cree en la igualdad y en la pluralidad está convocado a venir a la marcha. Todos tenemos una cita con la diversidad y con el respeto», asegura a RTVE.es. Defender los derechos LGTBI+, añade, «es defender la democracia».
“Los derechos se conquistan, pero no están grabados en piedra“
La presidenta de la Federación Estatal LGTBI+, además, anima a no solo luchar en la calle, sino también «en las urnas» ante la «involución de derechos» que a su juicio amenaza España. Una petición que comparte el director del Colectivo LGTBI+ de Madrid (Cogam), Roni de la Cruz, quien ha rogado durante la presentación de las actividades del Orgullo «ser conscientes cuando metamos papeletas en las urnas de quienes están a nuestro lado«, pues «los derechos se conquistan, pero no están grabados en piedra».
«Se está produciendo un cambio de tendencia política que puede poner en riesgo nuestras vidas«, ha señalado.
https://www.rtve.es/noticias/20230624/orgullo-lgtbi-2023-lema-rivindicaciones/2449731.shtml