Trump, pasado y futuro del infierno que viven las personas trans en Estados Unidos

Trump, pasado y futuro del infierno que viven las personas trans en Estados Unidos
Aunque los atentados más graves contra los derechos de las personas trans en EE UU en los últimos años han venido de parte de los Estados, Trump empieza su mandato cargando contra las personas no binarias, el derecho a la no discriminación o los tratamientos médicos afirmativos de género.
“A partir de hoy, la política oficial del Gobierno de Estados Unidos será que solo hay dos géneros, masculino y femenino”. Así habló Donald Trump, presidente de EE UU, en el baño de masas que fue su inauguración presidencial el pasado lunes 20 de enero en el Capital One Arena de Washington. Durante el acto y posteriormente en el Despacho Oval, el mandatario firmó una batería de órdenes ejecutivas que cargó contra varias comunidades minorizadas, entre ellas el colectivo trans. Las personas trans están en el punto de mira de Trump y ya sufrieron sus políticas durante el mandato 2017-2021, pero también se enfrentan a una enorme ola reaccionaria que desde 2020 ha empeorado sus condiciones de vida mediante legislación estatal.
En una de las órdenes firmadas el lunes, Trump ha eliminado la tercera casilla en la documentación para el género no binario que estaba presente en algunos Estados y ha obligado a que las personas trans que estén en lugares segregados como prisiones o refugios compartan espacio con personas de su género asignado al nacer. También ha establecido que ningún centro médico pueda usar presupuesto federal para tratamientos afirmativos de género, como terapia hormonal o cirugías de reafirmación de género.

Trump ha eliminado la tercera casilla de género, expulsado a las personas trans de espacios segregados por su identidad de género y prohibido el uso de presupuesto federal para transiciones médicas

A pesar de que las personas trans sean un colectivo relativamente pequeño —son trans en Estados Unidos 1,3 millones de personas adultas y 300.000 entre 13 y 17 años, según el Williams Institute—, el esfuerzo legislativo contra ellas por parte de la administración Trump ha sido y será, promete el mandatario, considerable.

Las personas trans no han tenido ningún respiro durante el tiempo en que Trump no era el inquilino de la Casa Blanca. El expresidente Joe Biden firmó algunos decretos impidiendo la discriminación contra las personas disidentes de género —ya derogados por Trump—, pero la ola reaccionaria ha venido desde los Estados. Actualmente, existen 196 proyectos de ley en tramitación en diferentes Estados que aspiran a mermar los derechos LGTBIAQ+, según la ONG ACLU.

Las personas trans, en la mirilla de Trump

En 2016, el Estado de Carolina del Norte aprobó una ley para obligar a las personas trans a utilizar los baños de su género asignado al nacer. “Hay muchos problemas [con la nueva ley]. Déjalo como está. Ha habido muy pocas quejas tal y como está. La gente va, usa el baño que considera apropiado, ha habido muy pocos problemas”. Esta fue la opinión de Trump sobre la ley estatal preguntado en abril de 2016, pero su postura en temas trans ha cambiado radicalmente desde entonces en línea con la oleada antigénero de la extrema derecha internacional.

En línea con la ola antigénero internacional, Trump establece que hay dos géneros inmutables determinados por las gónadas y elimina los planes de Diversidad, Equidad e Inclusión

Una de las órdenes ejecutivas que firmó el día de su inauguración establece que solo hay dos géneros, que estos son inmutables y que quedan determinados por si la persona nace con ovarios o espermatozoides. El decreto no hace referencia a qué ocurrirá con las personas intersex cuyo sexo no pueda identificarse tan fácilmente mediante esta categorización.

Además, la misma orden conmina a hablar de sexo y no género en documentos oficiales y establece que, en prisiones federales y refugios para personas sin hogar o supervivientes de violencia sexual que estén segregados, las personas trans se agrupen con las personas de su género asignado. El texto también añade que el presupuesto federal no podrá pagar “servicios de transición” como tratamiento hormonal o cirugías de reafirmación de género. En campaña, el magnate fue más allá y dijo que retiraría toda la dotación federal a cualquier centro médico que ofrezca estos servicios independientemente de si los dólares de la Unión van a parar a estos tratamientos u otros.

En una segunda orden ejecutiva, el presidente ha eliminado los planes DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) que utilizan fondos federales. Aunque estos programas se utilicen, por ejemplo, para fomentar el entendimiento entre culturas en los centros de trabajo o conseguir un estudiantado más diverso en las universidades, sus críticos afirman que son antiestadounidenses. “DEI, al discriminar por motivos de raza, sexo y muchos otros factores, no solo es inmoral, sino también ilegal”, llegó a decir el multimillonario y futuro miembro del gabinete de Trump Elon Musk.

El magnate ha prometido mano dura contra el tratamiento hormonal, llegando a proponer que se prohíba para todas las edades

Más allá de los hechos, Trump ha prometido poner fin a la “agenda woke” en las escuelas y excluir del deporte escolar y universitario a niñas y chicas trans. Ha afirmado en varias ocasiones y no solo en campaña que tendría mano dura con las terapias hormonales. Aunque en la mayor parte de las veces se refería al acceso a estos servicios por parte de adolescentes, en otras ha comentado que prohibirá el uso de hormonas para todas las edades.

Trump atacó al colectivo trans en su pasado mandato

El mejor predictor de la conducta futura es la conducta pasada, y en su anterior mandato Trump no se cortó a la hora de atacar a las personas trans. El primer presidente delincuente de la historia de EE UU limitó la protección a trabajadores y estudiantes trans, además de coartar el acceso a la terapia hormonal y cirugías de reafirmación de género. Algunas de sus medidas fueron revertidas por la administración Biden, pero vuelven a estar en vigor tras el regreso al poder de Trump.

El que fue presidente desde 2017 hasta 2021 prohibió el ingreso en el ejército de las personas trans por considerarlas enfermas mentales y eliminó las protecciones federales contra la discriminación. Dado el sistema descentralizado de Estados Unidos, esta medida quedó limitada a la Seguridad Social, Medicare —un precario seguro médico que ofrece el gobierno para personas vulnerables—, programas de vivienda o acceso al empleo público federal.

En su anterior mandato, Trump coartó el acceso a la terapia hormonal y cirugías de reafirmación de género, además de eliminar protecciones contra la discriminación o publicar una guía estereotipada sobre cómo identificar a una mujer trans

Las amenazas a los derechos trans también llegan desde los Estados

Desde 2020, la mayoría de textos legislativos que atentan contra los derechos de las personas trans los han aprobado los Estados. Esta es una realidad que ha pasado desapercibida en España por estar más lejos de los focos, puestos en su mayoría sobre Nueva York y Washington, pero que ha afectado a la comunidad trans estadounidense. Una encuesta calcula que el 8% de la población trans de Estados Unidos se ha mudado fuera de su comunidad o Estado para huir de la legislación anti-LGTBIAQ+, y un 43% adicional asegura considerarlo.

El abanderado de la destrucción de los derechos trans es Ron DeSantis, el gobernador republicano de Florida. El Estado soleado ha introducido en su corpus legal en los últimos años medidas como la prohibición de espectáculos drag —revocada por el Tribunal Supremo— o la retirada de la custodia a progenitores que busquen tratamiento afirmativo de género para sus criaturas. Chase Strangio, abogado especializado en derechos civiles que está litigando en el Alto Tribunal para eliminar esta última medida, ha afirmado que estas normas constituyen un “proyecto genocida”. Según el letrado, la prohibición de acceder a tratamientos de salud y la posibilidad de que el Estado secuestre a criaturas o adolescentes trans encajan con la definición de genocidio de las Naciones Unidas.

Hay 196 proyectos de ley anti-LGTBIAQ+ en tramitación en 35 Estados. En Florida prohibieron los espectáculos drag o anunciaron que retirarían la custodia a progenitores que ofrecieran a sus adolescentes tratamiento hormonal. Un abogado lo califica de “proyecto genocida”

Actualmente, hay 196 proyectos de ley anti-LGTBIAQ+ en diferentes fases de tramitación en 35 Estados diferentes, según la ONG American Civil Liberties Union (ACLU). Texas está a la cabeza de este ránking de la vergüenza con 34 posibles futuras leyes en tramitación. Las iniciativas más comunes son las relativas al ámbito educativo: prohibición de hacer deporte conforme a la identidad de género de la persona trans, censura del currículum u obligación del profesorado de avisar a la familia si su hije dice ser trans en la escuela o instituto.

Después de la esfera educativa, las propuestas más frecuentes son las que buscan atacar los derechos civiles, como el establecimiento de la objeción de conciencia religiosa o la  definición de sexo como realidad inmutable y determinada por las gónadas. Después de estas, se encuentran las restricciones al acceso a la sanidad, barreras para obtener documentación acorde a la identidad o limitaciones a la libertad de expresión.

https://osalto.gal/estados-unidos/trump-pasado-futuro-del-infierno-viven-personas-trans-estados-unidos

En su primer día como presidente, Trump afirma su agenda contra la diversidad de género

En su primer día como presidente, Trump afirma su agenda contra la diversidad de género
En su discurso de investidura, Donald Trump amenazó este 20 de enero con revertir avances en derechos para la población trans y no binaria. Podría incluir el bloqueo al acceso a atención médica de afirmación de género y restringir su participación en deportes.
Organizaciones de Derechos Humanos advierten que varios de los anuncios de Donald Trump este 20 de enero, en su investidura podrían borrar años de logros en inclusión y diversidad.
Ya lo había dicho durante su campaña presidencial, y repetido en múltiples ocasiones antes de asumir el cargo, pero esta vez, Donald Trump afirmó en el Capitolio y frente a millones de espectadores en televisión que durante su Administración “solo habrá dos géneros” en Estados Unidos, «masculino y femenino».
Una amenaza que apela directamente a la población trans del país y también a las personas que se identifican como no-binarias y que pone en peligro los logros alcanzados en Estados Unidos.
«A partir de hoy, la política gubernamental de Estados Unidos es que hay solo dos géneros: masculino y femenino», afirmó Trump luego de juramentar como presidente.
Además, sentenció que pondrá fin “a la política gubernamental de intentar diseñar la raza y el género en cada aspecto de la vida pública y privada”. Una referencia directa a lo que él ha denominado como la “agenda woke” (una forma despectiva sobre ideas progresistas), a la que promete destruir.
Pero, lo que más preocupa a grupos que luchan por los derechos de la población con identidades de género diversas es que las palabras de Trump parecen no quedarse en enunciaciones vacías, el mandatario ya adelanta la firma de enmiendas para concretarlas.
Polémica por la enmienda que firmará Trump 
 
En la mesa del presidente le esperan documentos que podrían afectar profundamente a la población trans y no binaria en Estados Unidos. Según un funcionario de la Administración entrante, Trump firmará una orden ejecutiva que establece que el Gobierno federal solo reconocerá dos sexos: masculino y femenino.
Según informó un funcionario de la Administración entrante, la orden de Trump podría restringir el acceso a la atención médica de afirmación de género y limitar la participación de mujeres trans en competencias deportivas.
En cuanto a atletas, afirmó este domingo que actuaría en su primer día para detener la participación de atletas trans en los deportes femeninos.
Además, la enmienda de Trump podría derivar en que solo se reconocerán dos sexos en documentos oficiales como pasaportes y visas, según indicó una fuente a AFP. Unas decisiones que podrían afectar profundamente los logros obtenidos por la población trans en ese país.
Justamente, la ONU asegura que uno de los abusos de los Derechos Humanos contra las personas trans incluyen la “falta de reconocimiento legal de su identidad de género”.
Según AP, la orden también bloquearía los requisitos en las instalaciones gubernamentales y en los lugares de trabajo de que se haga referencia a las personas trans utilizando los pronombres que se alinean con su género.
La fuente aseguró que Trump emitirá otras órdenes ejecutivas que recortarán programas de diversidad, equidad e inclusión «muy pronto».
¿Trump iría más allá que en su primer mandato? 
 
Un elemento que preocupa a los activistas por los derechos LGBTIQ+ es que Trump ya dio indicios de sus programas en su primera Administración y temen que vaya más lejos.
Trump ha prometido que firmará una orden ejecutiva para poner fin a los derechos de las personas trans en el Ejército del país y también en las escuelas.
También, tal como muestra Reuters, en un video de campaña en 2023, Trump dijo que en su primer día en el cargo revocaría las políticas de la Administración Biden que brindan información y recursos a quienes buscan atención médica para que puedan alinear sus cuerpos con el género con el que se identifican. Esa atención puede incluir terapia hormonal y cirugía.
La imposibilidad de acceder a estos tratamientos atenta contra los derechos de las personas que no se definen con el sexo con el que nacieron y que recurren a cirugías o a tratamientos hormonales para poder transcisionar al sexo con el que se identifican. Aunque no todas las personas hacen uso de estas cirugías, podría afectar a las personas que desean hacerlo.
Aun así, analistas predicen que es casi seguro que las políticas enfrentarán desafíos legales.
Por otro lado, David Stacy, vicepresidente de asuntos gubernamentales de la Campaña de Derechos Humanos, aseguró en diálogo con Reuters que Trump parece estar poniendo en su gobierno «a más gente que cree firmemente en intentar borrar a las personas trans de la sociedad y de su capacidad para funcionar en ella».
«En ese sentido, esta es una Administración mucho más peligrosa que la primera», afirmó.
Sin embargo, Stacy augura: «Habrá una oposición significativa por parte del público y… sé que no lograrán todo lo que esperan lograr, pero pueden causar mucho daño»-

El Área LGTBI de UGT publica ‘Planes LGTBI en las empresas. Guía de recomendaciones para la negociación’

El Área LGTBI de UGT publica ‘Planes LGTBI en las empresas. Guía de recomendaciones para la negociación’
Esta guía se ha elaborado con la colaboración de movimientos sociales LGTBI, como la Plataforma Trans, y con personas expertas en igualdad en los centros de trabajo.

Portada guía Planes LGTBI en las empresas. Guía de recomendaciones para la negociación

El pasado 9 de octubre de 2024 entró en vigor el Real Decreto 1026/2024, que establece las medidas recogidas en el artículo 15.1 de la ley 4/2023, es decir, aquellas medidas que deben aprobarse en las empresas de más de 50 personas trabajadoras para conseguir que los centros de trabajo sean respetuosos con las personas LGTBI, atajando de esta forma la LGTBIfobia que se produce en el entorno laboral.

UGT ha elaborado una guía completa de medidas. En esta guía se recogen las medidas plasmadas en el Real Decreto pero, además, detalla las medidas propuestas por UGT que incluyen: cláusulas de igualdad de trato y no discriminación, medidas de acceso al empleo, medidas de clasificación y promoción profesional, medidas de formación, sensibilización y lenguaje, la promoción de entornos laborales diversos, seguros e inclusivos, permisos y beneficios sociales y la modificación del régimen disciplinario. También se incluyen en esta guía un protocolo de actuación para la atención del acoso y la violencia contra las personas LGTBI y un protocolo de acompañamiento a personas trans en el trabajo.

Dichas medidas serán negociadas y pactadas a través de la negociación colectiva con la representación legal de las personas trabajadoras, tanto en convenios colectivos de ámbito empresarial, en convenios colectivos de ámbito superior a la empresa y en acuerdos de empresa, en ausencia de convenios colectivos.

Las medidas recogidas en esta guía, no sólo cumplen con el artículo 15.1 de la ley 4/2023, sino también con el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) y con la ley 3/2023 de Empleo.

Esta guía se ha elaborado con la colaboración de movimientos sociales LGTBI, como la Plataforma Trans, y con personas expertas en igualdad en los centros de trabajo.

UGT es un sindicato de clase que siempre ha apostado firmemente por la igualdad de trato y oportunidades para todas las personas y, en el marco de esta defensa de la igualdad, se publica esta guía de apoyo a las delegadas y delegados en la negociación de estas medidas fundamentales para acabar con la discriminación por orientación sexual, identidad y/o expresión de género en los centros de trabajo.

>> Planes LGTBI en las empresas. Guía de recomendaciones para la negociación

https://www.ugt.es/el-area-lgtbi-de-ugt-publica-planes-lgtbi-en-las-empresas-guia-de-recomendaciones-para-la

India: Una marcha rosa exige en Bombay refugio, visibilidad social e igualdad para las personas trans

Una marcha rosa exige en Bombay refugio, visibilidad social e igualdad para las personas trans
Bombay (India), 13 ene (EFE/EPA).- Personas transgénero se manifestaron este lunes en Bombay para exigir refugio, visibilidad social, igualdad, empoderamiento, fin de la discriminación y para crear conciencia sobre diferentes problemas de la comunidad de la comunidad kinnar, también conocida como hijra o transgénero. La marcha rosa estuvo organizada por la entidad Hinnar Maa Ek Samajik Sanstha Trust, enfocada en la mejora de las condiciones de vida y el bienestar de la comunidad kinnar. 

 

https://www.abc.es/sociedad/marcha-rosa-exige-bombay-refugio-visibilidad-social-20250113145116-vi.html#

 

Colombia: Hombre trans fue asesinado a balazos por sicarios que se movilizaban en motocicleta: comunidad LGBTIQ+ pide justicia

Hombre trans fue asesinado a balazos por sicarios que se movilizaban en motocicleta: comunidad LGBTIQ+ pide justicia

Hay alerta por la ola de violencia en contra de la población Lgbt+ en Colombia, pues en los primeros días del año se han registrado seis asesinatos

La noche del 13 de enero de 2025 ocurrió un nuevo asesinato que generó alerta en el territorio nacional, pues involucra a una persona parte de la población Lgbt+; se trata de Diany Ruiz, un hombre trans que era miembro de la Fundación Magdalena Diversa. El caso encendió las alarmas sobre la creciente violencia contra la comunidad en Colombia, pues este caso se suma a una preocupante estadística: en los primeros 14 días del 2025, ya se han registrado seis homicidios de personas Lgbt+ en el país, según datos del Observatorio de Derechos Humanos de Caribe Afirmativo.

Del mismo modo, la organización reveló que el crimen ocurrió en Barrancabermeja, Santander, en el momento en el que los sicarios, que se movilizaban en motocicleta, ubicaron a su objetivo y le dispararon en repetidas ocasiones ante la mirada de varias personas que presenciaron el brutal ataque y ahora se convierten en pieza clave en la organización.

La organización informó a través de la plataforma X que el asesinato de Ruiz no solo representa una tragedia personal, sino que pone de manifiesto la falta de garantías para la seguridad y los derechos de las personas Lgbt+ en Colombia, por lo que se exigió una investigación exhaustiva que contemple una perspectiva de derechos humanos, con el objetivo de esclarecer los motivos del crimen y garantizar justicia para la víctima, de acuerdo con lo expresado por Caribe Afirmativo en un comunicado, en el que lamentaron el asesinato y extendieron sus condolencias a los familiares y allegados de Ruiz.

Se espera que los criminalesSe espera que los criminales sean capturados próximamente para que paguen por lo sucedido – crédito MICHAEL BALAM/CUARTOSCURO
Seis asesinatos en dos semanas

El caso de Diany Ruiz no es un hecho aislado. Según los registros del Observatorio de Derechos Humanos de Caribe Afirmativo, este es el sexto asesinato de una persona Lgbt+ en los primeros 14 días del 2025. La cifra, alcanzada en apenas dos semanas, refleja una preocupante tendencia de violencia sistemática contra esta población en el país.

Del mismo modo, se indicó que estos crímenes no solo afectan a las víctimas directas, sino que también generan sensaciones de miedo e inseguridad entre las personas Lgbt+, por lo que se instó a las autoridades a adoptar medidas efectivas para proteger a esta comunidad.

El asesinato de Ruiz desató indignación entre activistas y organizaciones defensoras de derechos humanos, que reiteraron la importancia de abordar estos casos con un enfoque que considere la violencia contra esta población, por lo que la organización recomendó que las investigaciones incluyan un análisis de los contextos de discriminación y exclusión que enfrentan las víctimas, para garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia.

Además, la organización hizo un llamado a las autoridades locales y nacionales para que implementen políticas públicas que protejan la vida y los derechos de las personas Lgbt+, pues la falta de garantías para esta población no solo se refleja en los homicidios, sino también en otras formas de violencia y discriminación que permanecen invisibilizadas.

Específicamente las personas trans hanEspecíficamente las personas trans han tenido que padecer por ataques en contra de su integridad – crédito Ted Eytan / Europa Press

El asesinato de Diany Ruiz ocurre en un entorno de violencia, discriminación y falta de acceso a la justicia, no solo para esta población, sino para la ciudadanía en general, que exige una respuesta integral por parte del Estado y la sociedad.

Caribe Afirmativo insistió en que la protección de los derechos de las personas LGBTIQ+ no puede seguir siendo postergada por las autoridades y, en su comunicado, la organización expresó: “Este asesinato es un recordatorio doloroso de la falta de garantías para la vida y seguridad de las personas Lgbt+ en Colombia”.

Ante lo ocurrido, el llamado de la sociedad colombiana es a que se tomen acciones concretas para garantizar que todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, puedan vivir en condiciones de igualdad y seguridad.

https://www.infobae.com/colombia/2025/01/14/hombre-trans-fue-asesinado-a-balazos-por-sicarios-que-se-movilizaban-en-motocicleta-comunidad-lgbtiq-pide-justicia/

Más de 100 colectivos LGTBIQA+ y memorialistas apoyan la Ley de Memoria Trans, e instan a los grupos parlamentarios a «no obstaculizar su trámite»

Más de 100 colectivos LGTBIQA+ y memorialistas apoyan la Ley de Memoria Trans, e instan a los grupos parlamentarios a «no obstaculizar su trámite»

«Es hora de la reparación. Sin memoria, no hay democracia, sin dignidad no hay justicia y son muy pocas victimas las que quedan vivas», ha dicho Mar Cambrollé, presidenta de la Federación Plataforma Trans

Concentración de colectivos LGTBIQA+ en el Congreso el pasado 19 de noviembre, cuando se registró la Ley de Memoria Trans | Foto: Plataforma Trans

Colectivos LGTBIQA+ de los diversos territorios del Estado y las principales organizaciones memorialistas se han adherido a una carta en la que expresan su apoyo al registro, el pasado 19 de noviembre, en el Congreso de la Proposición de Ley de Memoria y justicia para la reparación de las personas trans y LGTBI por motivos de identidad y/o expresión de género u orientación sexual, que fue firmada por Sumar, ERC, EH Bildu, Podemos, Junts y BNG y promovida por la Federación Plataforma Trans.

En una nota de prensa, recuerdan que la modificación en 1954, por el dictador Francisco Franco, de la Ley de Vagos y Maleantes, sentó las bases para la persecución, estigma y privación de libertad de las personas de la disidencia sexual. En 1970, fue sustituida por la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social (LPRS), por aplicación de ambas leyes represivas fueron encarceladas y desterradas alrededor de 5.000 personas cuya orientación «no se ajustaba a la heteronorma» y por personas género diversas o no conformes con el género asignado al nacer.

Se habilitaron dos cárceles específicas, Badajoz y Huelva, y se destinaron módulos en Carabanchel, Modelo de Barcelona y València. También en Tefía, Fuerteventura, se instauró un campo de concentración solo para las personas de la disidencia sexual, donde fueron torturadas, mal nutridas y obligadas a trabajos forzosos. A las mujeres lesbianas, se las recluyo en la institución fascista el Patronato de la Mujer, donde corrían el mismo destino, que madres solteras, mujeres republicanas, anarquistas y comunistas.

La organización y lucha del colectivo LGTBI en 1970, dio como resultado la primera movilización en 1977, siendo 1978 el año de manifestaciones en diferentes territorios. Con ello se consiguió que el 26 de diciembre de 1978, el Gobierno de UCD, decidiera excluir los actos de «homosexualidad» de la LPRS.

Sin embargo, aún quedo vigente hasta 1988 la figura de «escándalo público», regulada en el artículo 431 del Código Penal que permitía multas y detenciones en comisarías hasta un total de 72 horas, por considerar un escándalo público, vestir con ropas no propias del género asignado al nacer o mostrar públicamente la afectividad entre personas del mismo sexo.

«Es hora de la reparación»

«Encarcelamientos, destierros, torturas, maltrato psiquiátrico y para las personas trans, el postfranquismo supuso una sombra muy alargada de la dictadura. Jamás una política pública para sacar de las esquinas a las mujeres trans, que forzosamente se veían abocadas a ejercer la prostitución como única forma de sustento. La única vez que se les sacó de las esquinas, mediante redadas policiales, fue en el 1982, coincidiendo con el Mundial de fútbol, para limpiar las calles de gente indeseable», declara Mar Cambrollé, presidenta de la Federación Plataforma Trans.

«Es hora de la reparación, entre las peticiones que la norma contempla, se pide una prestación económica vitalicia, equivalente a la pensión mínima de una persona jubilada sin cargas familiares, señalización y ubicación de espacios de la memoria LGTBIQ+, partida presupuestaria para la preservación y digitalización del archivo de documentación gráfica y audiovisual, entre otras medidas», continua Cambrollé.

«Sin memoria, no hay democracia, sin dignidad no hay justicia y son muy pocas victimas las que quedan vivas», concluye la presidenta de la Federación Plataforma Trans.

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Las agresiones por LGTBIfobia llegan a máximos históricos en Cataluña: un 25,8% son contra personas trans

Las agresiones por LGTBIfobia llegan a máximos históricos en Cataluña: un 25,8% son contra personas trans

“Es un fracaso como sociedad que el discurso de odio cale tanto entre determinados sectores de la población joven”, lamenta Eugeni Rodríguez, presidente del observatorio

Agresiones por LGTBIfobia Cataluña
Miembros de ‘Observatori contra la LGTBfòbia’, durante la presentación de los datos de 2024 en el Centre LGTBI+, a 13 de enero de 2025. en Barcelona.David Zorrakino (Europa Press)

El caso del joven Samuel Luiz, por el que se condenó el pasado noviembre a cuatro hombres por homicidio con alevosía, pasará a la historia como uno de los mayores delitos de odio contra el colectivo LGTBI en España. “En este brutal asesinato hubo homofobia. Lo que gritan al matar a una persona sí importa”, concluía Mario Pozzo-Citro, abogado de Alas A Coruña, la entidad LGTBI que llevó la acusación particular. En Cataluña, las agresiones registradas en 2024 por el Observatorio contra la LGTBIfobia han llegado a máximos históricos: 318 incidencias registradas por la entidad desde que hay datos, de las cuales el 25,8% se han dado contra personas trans. Así se explica en la radiografía publicada este lunes por la entidad. Esto supone un 4,9% más que en 2023 y un 34,1% más que en 2022.

Barcelona es la provincia con más casos registrados, un 74,5%; le siguen Girona y Tarragona, con un 3,7% respectivamente; Lleida, con el 1,6%; y los ataques cometidos de forma no presencial por medios virtuales representan ya el 12,6%. “Nos preocupa especialmente las agresiones en espacios virtuales, y más después de que Meta haya dicho que no habrá filtros para que el odio pueda esparcirse por las redes”, ha denunciado Eugeni Rodríguez, presidente del observatorio. Del 3,9% restante la entidad no ha obtenido datos. En la capital catalana donde se han dado más casos de discriminación ha sido en los distritos de Sants-Montjuïc, Ciutat Vella y el Eixample, en este orden.

Las políticas de prevención son el principal reclamo del observatorio, un asunto que abordará en la reunión con el Departamento de Igualdad y Feminismos de la Generalitat de Cataluña el próximo 21 de enero. “Nuestro protocolo ha cumplido cinco años, pero incidir sobre él sigue sin ser una prioridad del gobierno catalán. Fallamos en un tema esencial: la prevención. Debemos poner la reparación de la víctima en el centro”, ha exigido Rodríguez.

Voces de la escena musical catalana se han alzado recientemente ante el aumento de casos de LGTBIfobia en Cataluña. Es el caso de Joan Liaño (23 años, Barcelona), cantautor y concursante del programa Eufòria, que se ha convertido en un referente del activismo por los derechos LGTBI. “Es fundamental que aquellas personas que están construyendo su identidad encuentren artistas que sirvan de referentes. La música es política”, subraya Liaño.

El hecho de que haya colectivos más agredidos que otros se debe al grado de aceptación social, como en el caso de las personas trans, según el psicólogo y autor del libro Amar con orgullo, Adrián Gimeno. Especialista en dar apoyo a víctimas de agresiones por LGTBIfobia mediante el enfoque de la psicología afirmativa, Gimeno entiende que el proceso de desarrollo individual de una persona LGTBI es diferente al del resto de la población, pero por el entorno hostil que le rodea. “La interiorización del rechazo se genera en momentos en los que la persona todavía no ha construido del todo su identidad. Es fundamental validar esos procesos y poner el foco en las realidades no nombradas del colectivo”, sostiene.

https://elpais.com/espana/catalunya/2025-01-13/las-agresiones-por-lgtbifobia-llegan-a-maximos-historicos-en-cataluna-un-258-son-contra-personas-trans.html

Ley de Memoria Trans: Las cosas están cambiando, pero todavía no han cambiado

Ley de Memoria Trans: Las cosas están cambiando, pero todavía no han cambiado
Ley de Memoria Trans: Las cosas están cambiando, pero todavía no han cambiado

Artículo publicado en Rojo y Negro nº 396, enero 2025

El pasado 19 de noviembre, la Plataforma Trans registró en el Congreso su propuesta de Ley de Memoria y Justicia para la Reparación de las Personas trans y LGTBI víctimas de la dictadura por motivos de Orientación Sexual, Identidad y/o Expresión de Género (en adelante Ley de Memoria Trans) con el apoyo de Sumar, Podemos, BNG, Junts, Esquerra y EH Bildu. Rojo y Negro ha hablado con su impulsora, Mar Cambrollé, activista histórica y presidenta de la Federación Plataforma Trans.

Un poco de historia

En el año 1977, el Front d’Alliberament Gai de Catalunya realizó la primera manifestación bajo el lema «Nosaltres no tenim por, nosaltres som» («Nosotros no tenemos miedo, nosotros somos») duramente reprimida por los grises y que reclamaba el reconocimiento de la libertad sexual y la desaparición de la Ley sobre peligrosidad y rehabilitación social que establecía penas de hasta cinco años de prisión o internamiento psiquiátrico para los homosexuales y que, al tratarse de una ley especial, no existía ni la presunción de inocencia ni el derecho a juicio. Muerto el dictador y amnistiados los presos políticos, todavía permanecían en la cárcel los homosexuales (categoría bajo la cual el franquismo incluía a cualquier persona del colectivo LGTBIAQ+). Mar se significó un año después en su Sevilla natal cuando el Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria (MHAR) de Andalucía salió a la calle en un ambiente de total incertidumbre por lo acontecido en Barcelona.
“Existía una confluencia de la medicina, la psiquiatría, el derecho penal y la Iglesia franquista. La medicina los veía como enfermos, la psiquiatría como una perversión, el derecho penal como un estado peligroso y la Iglesia como una inmoralidad” (parte expositiva de la Ley de Memoria Trans).
Poco después, el 26 de diciembre de 1978, se despenalizaría la homosexualidad, pero permanecería la consideración patológica de algunas disidencias y dejaría el resquicio del escándalo público en el Código Penal para detener y juzgar a las personas del colectivo. Como siempre, los derechos de las personas trans van despacio, después de los de las demás personas, como si fueran ciudadanas de segunda; sólo avanzan a golpe de movilización, de personas como Mar.

Por qué una Ley de Memoria Trans

Nos cuenta Mar que el razonamiento de la Ley de Memoria Trans que ella impulsa “pretende la memoria, la justicia y le reparación del colectivo Trans que se cayó del redactado final de la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI”. Y es que hasta la Ley Trans aprobada en febrero de 2023 (detrás de la cual también estuvo la propia Mar) era requisito obligatorio hacer la transición mediante cirugía o tratamiento hormonal de dos años para poder cambiar de género ante la Administración Pública (a partir de la Ley 3/2007, de 15 de marzo). Este requisito suponía de facto la esterilización de las personas que deseaban cambiar el nombre y el sexo registral y no fue posible hasta el 2 de julio de 1987. Una esterilización, directa o indirecta, requerida para reconocer la identidad de las personas trans que ha sido condenada en 2014 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en 2017 por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y que Mar no duda en calificar de prácticas eugenésicas: “las prácticas de esterilización estuvieron respaldadas por el Estado español durante 36 años. Durante 20 años, desde 1987 a 2007, se requería de una cirugía genital forzosa para poder cambiar de sexo registral y desde 2007 el requisito fue un tratamiento hormonal forzoso; ambas prácticas suponían una esterilización forzosa, bien física bien química, de las personas trans. Por ejemplo, para el Estado era más importante que un hombre trans se realizara una histerectomía, con la consiguiente esterilización que conlleva, que una cirugía de reducción de mamas, que casi siempre es más importante para los hombres trans por las implicaciones sociales que conlleva, y con el objetivo de que ningún tío se les quedara embarazado”.

La Plataforma Trans, de la que Mar es presidenta, plantea la propuesta de reparar el daño que se ha hecho a un colectivo por el único delito de amar o ser diferentes, su objetivo es “reconocer lo ocurrido, honrar a las víctimas, promover la verdad, la justicia y la reparación, además de prevenir la repetición de dichos eventos en el futuro” (parte expositiva de la Ley de Memoria Trans), unas personas que sufrieron cárcel, torturas, destierro, maltrato psiquiátrico y la negación de acceso a derechos fundamentales. La propuesta de Ley contempla la creación de una pensión de idéntica cuantía a la de la Seguridad Social para pensionistas mayores de 65 años sin cargas familiares y que hayan sufrido represión a través de la Ley de peligrosidad social (con un incremento del 50% en el caso de aquellas personas que fueran privadas de libertad por aplicación de estas leyes y aplicaría a la mujeres no heterosexuales que fueron recluidas en las instituciones del Patronato de la Mujer), una forma de reparación económica para quien no tuvo ni de lejos las mismas oportunidades y que, en el ocaso de sus vidas, sufren situaciones de extrema precariedad.

CGT y la Ley de Memoria Trans

“Celebro que CGT haya hecho un apoyo explícito a la Ley de Memoria Trans y os doy las gracias en nombre de la Plataforma Trans porque, a pesar de las indemnizaciones puntuales que hayan podido recibir las personas del colectivo por represión durante la dictadura, la represión del colectivo trans es algo estructural; se ha negado a toda una generación la posibilidad de trabajar y cotizar a la Seguridad Social por lo que en su vejez se ven abocades a la extrema pobreza después de haber soportado el sexilio, la represión en cárceles, psiquiátricos u otras instituciones creadas ex profeso por el franquismo”, nos agradece Mar.

“Me gustaría que la afiliación de CGT entendiera que esta lucha no es otra lucha, es la misma lucha contra el capitalismo, la lucha para acabar con el patriarcado y para alcanzar la igualdad entre todas las personas y que todas podamos disfrutar vidas vivibles y felices. También estaría bien que dierais formación a vuestra militancia, y me ofrezco a realizarla, para que entiendan que la lucha por los derechos trans está enmarcada en la lucha de clases y para intentar contrastar y confrontar el movimiento transfóbico que se está extendiendo desde diversos sectores del feminismo y de la sociedad”.

Nos admira la energía de Mar y su capacidad para la lucha. “Cuando consigamos sacar adelante la Ley de Memoria Trans, voy a denunciar al Estado español ante los tribunales europeos por prácticas eugenésicas contra el colectivo trans que tanto recuerdan a las prácticas nazis”, dice Mar que no piensa parar en su lucha por los derechos del colectivo LGTBIAQ+.

Desde CGT sabemos que los aprendizajes no son fáciles ni rápidos. Sabemos que apoyar desde un escrito no basta y por eso debemos formarnos constantemente. Esperamos que esta entrevista a Mar Cambrollé sea un paso más en nuestro aprendizaje colectivo y os haya resultado revelador. Un agradecimiento enorme a Mar por ser una fuente de inspiración y compartir con nosotres su tiempo y conocimientos. Por un mundo donde seamos todes libres, por una memoria trans digna.

Redacción Rojo y Negro

Ley de Memoria Trans: Las cosas están cambiando, pero todavía no han cambiado

El armario de Trini: A Coruña recuerda a la activista trans que encabezó el primer Orgullo tras salir de la cárcel franquista

El armario de Trini: A Coruña recuerda a la activista trans que encabezó el primer Orgullo tras salir de la cárcel franquista
Trini (a la derecha), en la primera manifestación de homosexuales del Estado, en 1977 en Barcelona

Por Luís Pardo

Trini Falcés (A Coruña, 1942-2022) fue, sobre todo “una gran luchadora, una superviviente”. Desde que nació, como bebé robado, hasta su muerte. Una peripecia vital que la obligó a moverse, “expulsada”, de Galicia a Andalucía, de Aragón a Barcelona y hasta al exilio en París. Por el medio, pasó cinco años en las cárceles para homosexuales del franquismo, aquellas que distinguían entre activos y pasivos. En junio de 1977 estuvo a la cabeza de la primera manifestación del colectivo del Estado, en Barcelona. Cuando aparecieron los grises, fueron las transexuales y las prostitutas quienes se pusieron al frente de la marcha. Ella era las dos cosas. No tenían miedo porque, decían, “ya estamos muertas”… pero también porque los policías eran viejos conocidos. Tras tantas mudanzas forzosas, la vida de La Trini cabía en un armario, como el que ahora muestra la exposición que le rinde homenaje en su ciudad natal, esa a la que volvió a pasar sus últimos años y donde, por fin, se sintió tratada como siempre quiso: como una persona.

Más allá de la manifestación que la convirtió en un símbolo —y de la que queda testimonio gráfico— y de otros hitos similares, no es fácil reconstruir la vida de Falcés. Ese fue el desafío al que se enfrentó Sergio Marey, comisaria de la exposición Relembrando a Trini (Recordando a Trini), impulsada por la Deputación coruñesa, y autora también de su biografía, É mellor loitar que morrer de fame (Es mejor luchar que morir de hambre). “No es una biografía típica, no está narrada cronológicamente”. Pero no por una cuestión de estilo: “Trini estaba ya muy mayor y mezclaba conceptos e ideas”. Por eso, en las partes del libro que se basan solo en su memoria “no hay una continuidad, no sabemos cuándo empieza una cosa y acaba otra; está todo muy difuso”. Tal y como corresponde a un mito.

Las dudas comienzan antes incluso del nacimiento de Trini. Ella cuenta que su madre biológica era natural de Ferrol y que trabajaba en el mercado coruñés de San Agustín, de donde el hombre que acabaría siendo su padre —no se sabe si tras una violación— se la llevó a servir a su casa. De su relato no queda claro si ése es el motivo por el que la roban o si fue porque su madre biológica y la adoptiva parieron a la vez, el bebé de la segunda nació muerto y esta se quedó con ella. El papel de su padre adoptivo, agente de la policía secreta franquista, habría facilitado las cosas. Aun así, para evitar enfrentarse a la progenitora, consigue un cambio de destino y se mudan a Andalucía. Aquí comienza el peregrinaje de Trini.

Zaragoza sería el siguiente destino. Cuando “de forma natural” se le empiezan a notar los pechos —“era una persona intersex”, recuerda Marey—, la familia decide poner tierra de por medio y asentarse en la casa materna, en Fuentes de Jiloca. Pero llega el momento de hacer la mili y, “para que no se hable de sus tendencias” la envían a Barcelona. Allí pasará tres décadas, una estancia interrumpida por un exilio en París, del que casi nada se sabe, y por sus estancias en prisión.

El franquismo creó dos campos de concentración diferenciados para los homosexuales: el de Badajoz —para los pasivos— y el de Huelva, destinado a los activos. “Una cosa delirante, como si fueran dos sexos”, señala Marey, quien recuerda que, para el régimen, “los activos tenían más capacidad de volver a la normalidad, porque no se estaban feminizando como los pasivos”. Trini pasaría por ambos, sufriendo las raciones de comida podrida, las palizas o los trabajos forzosos que estaban a la orden del día. Pasó cinco años entrando y saliendo, hasta que la Ley de Peligrosidad Social —la evolución de la Ley de Vagos y Maleantes— fue derogada y la orientación sexual dejó de ser un delito.

“Nosotras ya estábamos muertas”

La manifestación del 24 de junio de 1977, la primera movilización de homosexuales en el Estado, pilla a Trini ya “muy metida” en los movimientos sociales y políticos de Barcelona. Era amiga del dibujante Nazario y del pintor Ocaña, dos de los grandes activistas del movimiento, y se relacionaba con el Front d’Alliberament Gai de Catalunya (FAGC), que fue quien convocó aquella marcha.

La marea humana transitaba por las Ramblas, rumbo a Canaletas, cuando aparecieron los grises, con porras y pelotas de goma. Los asistentes comienzan a desperdigarse y es entonces cuando —como muestran las fotos— “las mujeres trans y las prostitutas se pusieron a la cabeza de la marcha porque, como decían, ‘nosotras ya estábamos muertas’”.

El relato de Marey —nacida 20 años después de aquel hito fundacional— coincide con el recuerdo que Empar Pineda, militante feminista lesbiana y, en aquel momento, dirigente del Movimiento Comunista, dejaba a elDiario.es en el cuarenta aniversario de aquella histórica protesta. “La presencia de los grises hacia la mitad de las Ramblas hizo que la gente se empezara a dispersar, y quien hizo de escudo y nos protegió fueron transexuales y travestis, a quienes no habíamos dejado ocupar la cabecera de la manifestación porque nos preocupaba la imagen”.

Fito Ferreiro, miembro de la Asociación Palestra y una de las personas que acompañó más de cerca a Trini en sus últimos años en A Coruña, añade con cierto humor un matiz que conoció hace poco. “El movimiento homosexual estaba con la burguesía barcelonesa y, al final, se unieron las trans, algo que no les gustó mucho, porque no querían mezclarse”. Sin embargo, fue precisamente la presencia de este grupo la que hizo que los grises no se empleasen a fondo. “Al final, entre la policía y el mundo de la noche, todos se conocían”. Su relación se basaba en las detenciones, pero también en “favores” que se hacían mutuamente. “Los agentes las reconocieron y se quedaron allí”.

“La estáis tratando como una señora”

Como corresponde, Ferreiro conoció a una Trini recién llegada en una manifestación del Orgullo en A Coruña, una década antes de su muerte. Tras Barcelona y París, ella había intentado volver a la casa familiar de Fuentes de Jiloca, pero estaba casi en ruinas, así que decidió retornar a su lugar de nacimiento. De entrada, él no tiene ni idea de quién es su nueva amiga. Lo descubre cuando, con el trato, comienza a soltarse. “Ella tenía muchas ganas de contar”.

Ferreiro recuerda una conversación con Carla Antonelli —la primera diputada trans y actual senadora—, a la que mostró su extrañeza porque Trini “los quisiese tanto”. “Es porque la estáis tratando como una señora”, le contestó ella. “Son mujeres que eran el despojo de la sociedad: transexuales, que no tenían su espacio, dedicadas a la noche, tanto al espectáculo como a la prostitución. Trini tuvo una vida muy complicada. Los que estuvimos a su alrededor la tratábamos como una persona y ella lo valoró mucho”.

En Barcelona, Trini trabajó durante años como limpiadora en un hotel propiedad de la familia Pujol, hasta que el uso de productos químicos le provoca una enfermedad crónica. Cuando va a coger la baja descubre que, en todo ese tiempo, los Pujol no habían cotizado por ella. Como el salario no le llegaba, había empezado a prostituirse de forma ocasional, pero desde ese momento es cuando pasa a hacerlo “a tiempo completo”. Al mismo tiempo, hacía performances en clubs nocturnos. Marey cuenta que tenía varios números: en uno, bailaba envuelta en un mantón de manila; en otro, con una estelada. De ninguno de ellos se conservan fotografías. Nazario le contó a Ferreiro que en la última época, con los sesenta años ya muy cumplidos, Trini era la encargada de llevar bocadillos a las chicas que hacían la calle y de mantener encendido el fuego en los bidones que usaban para entrar en calor. “Así se ganaba el dinero”.

Poco después de llegar a Coruña, Trini empieza a tener problemas de cadera. Un grupo de personas, encabezadas por Ferreiro y la escritora Eva Mejuto, la ayudan en su día a día y le hacen compañía. Ahí comprueban sus dotes para la supervivencia. “Sabía todos los trucos y se buscaba la vida como fuese”. En 2009, había recibido una indemnización como represaliada por la Ley de Vagos y Maleantes. Según la Asociación Ex-Presos Sociales, que fue quien impulsó esa compensación económica, a Trini la Ley de Memoria Histórica sólo le proporcionó un reconocimiento simbólico. Vivía de una pensión no contributiva, algo que, según la Fundación 26 de diciembre, le pasa a casi tres de cada cuatro personas LGTBIQ+ mayores de 65.

“Iba al banco de alimentos a por comida, a la parroquia a por mantas, a servicios sociales para que le llevasen la comida, le pagasen las gafas, la Moto”. La Moto era como Trini llamaba a su silla de ruedas. Como vivía muy cerca del Paseo Marítimo, cuando hacía buen tiempo la usaba para llegar a la zona de la playa en la que estaban los socorristas. “Así la ayudaban a bajar a la arena para tomar el sol”.

“Lo que guardamos”

Un mes antes de su muerte, Ferreiro llevó a Trini al Orgullo de Ribadumia, en Pontevedra. “Fue muy bonito, la gente le daba mucho cariño”. Él recuerda especialmente cómo conectó con una adolescente trans, de 16 años, a la que le regaló los pendientes que llevaba puestos. “Ella era así, regalaba todo lo que tenía. Ibas a su casa y volvías con collares, sortijas… todo baratijas. Cuando murió, me tocó ir a recoger sus cosas a la residencia. Al verlas en casa, me pregunté qué iba a hacer con todo eso. Fue ahí, hablando con Sergio, cuando surgió contar la historia de Trini a partir de su armario”.

“El armario representa lo que guardamos, lo que acumulamos”, relata Marey. “Al final, lo que Trini conservaba es lo que había en él: ropa, una caja con documentos y fotografías… pero poco más. Tuvo que mudarse tantas veces que no tenía grandes pertenencias”. El armario de la exposición no es el de Trini, sino uno de segunda mano comprado para la ocasión. El visitante podrá rodearlo y ver diferentes partes de su vida: la foto en la manifestación de Barcelona, una entrevista “cuando era prostituta, reivindicando que no las expulsasen del Camp Nou durante las olimpiadas de Barcelona”, la única imagen que se conserva de sus espectáculos artísticos, otras donadas por Nazario… También el abrigo que llevaba cuando hacía la calle o el traje que se puso en su homenaje. La comisaria añade al listado una carta que considera “muy especial” en la que Trini narraba su vida “para pedir al Justicia de Aragón que se la dignificase como persona y se le diese una ayuda para poder vivir en su pueblo”. No tuvo efecto, pero a Marey le parece que demostraba “mucho valor” al demandar algo así.

La exposición, que permanecerá una semana en la Biblioteca Municipal de A Coruña antes de desplazarse a otros municipios de la provincia, no solo busca homenajear a Trini, sino a todas las personas que lucharon por los derechos del colectivo “no hace tanto tiempo”. “Mostrar cómo vivíamos las personas LGTBI y sobre todo las trans hace 50 años, porque si no recordamos nuestro pasado va a ser muy difícil que construyamos bien nuestro futuro bien”, relata Ferreiro. “Hoy estamos aquí gracias a la lucha de esas personas, que convocaron la primera manifestación en Barcelona, que se enfrentaron a la policía, que estuvieron en la cárcel… Gracias a ellas hoy tenemos los derechos que tenemos y debemos acordarnos de todo el sufrimiento que costó”.