Dos hombres propinan una paliza a una mujer trans en pleno centro de Alcalá de Henares
La víctima ha indicado que sufre ataques de pánico y que no puede olvidar a uno de los agresores porque este «lo estaba disfrutando».
Dos hombres propinaron una brutal paliza a una mujer trans en la madrugada de este domingo. La agresión tuvo lugar en torno a las 3.45 horas en la calle Santa Catalina, ubicada en el centro histórico de Alcalá de Henares, en Madrid.
Según informan las asociaciones Alcalá Entiende y COGAM, la mujer –de 40 años– y su pareja –de 41 años– salían de un local y caminaban hacia su domicilio cuando dos hombres comenzaron a insultarles. En poco tiempo, procedieron a atacarlos. Uno de los agresores retuvo a su pareja y le obligó a observar cómo el otro se arrodillaba encima de la víctima y le propinaba golpes mientras la llamaban «maricón».
La mujer describió el ataque como «muy rápido y violento, especialmente dirigido» hacia ella. En un momento dado, el novio logró liberarse y acudió en ayuda de su pareja, logrando apartar al agresor. Sin embargo, antes de huir, uno de los atacantes propinó una patada a la víctima mientras yacía en el suelo.
Tras la intervención del novio, los agresores continuaron lanzando insultos y gritos. Uno de ellos preguntó al otro: «¿Les seguimos pegando?«, antes de huir corriendo del lugar. Según la mujer, los atacantes parecieron asustarse al ver acercarse un camión de basura y a un transeúnte.
La víctima sufre ataques de pánico y no puede olvidar al agresor, que «lo estaba disfrutando»
«Aunque todavía tengo mucho dolor, sé que las cicatrices físicas sanarán, pero tengo mucho miedo y sufro continuos ataques de pánico; simplemente no puedo quitarme la imagen de los ojos del hombre mientras seguía golpeándome; lo estaba disfrutando», ha relatado la mujer a las asociaciones.
Tras recibir atención médica, la pareja interpuso una denuncia en comisaría. Las asociaciones LGTBIQ+ han hecho un llamamiento a la ciudadanía para que cualquier información sobre los agresores sea comunicada a la Policía Nacional o a las organizaciones defensoras de derechos humanos.
Condenas a la agresión tránsfoba
Carla Antonelli ha compartido en sus redes sociales imágenes del estado de la víctima, mostrando las graves contusiones en su rostro. «Los discursos de odio engendran odio; unos son los altavoces y otros los ejecutores. Basta ya», ha reivindicado.
Donald Trump prohibió que las mujeres trans cumplan su pena en cárceles para reclusas femeninas
En una orden ejecutiva, el presidente también puso fin a los tratamientos médicos relacionados con el género para las personas transgénero en prisión
El sello de la Oficina Federal de Prisiones en la entrada de la Institución Correccional Federal de Miami, Florida (REUTERS/Marco Bello)
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva en su primer día de regreso al cargo que obliga a las prisiones federales a alojar a las mujeres transgénero en instalaciones para hombres y a detener los tratamientos médicos relacionados con la transición de género. La medida forma parte de una amplia orden destinada a limitar el reconocimiento gubernamental del género únicamente al sexo asignado al nacer.
La directiva también se aplica a las personas detenidas en instalaciones de inmigración y es una de las disposiciones más concretas de la orden, titulada “Defendiendo a las Mujeres del Extremismo de la Ideología de Género y Restaurando la Verdad Biológica al Gobierno Federal”. Durante su primer mandato, Trump ya había implementado restricciones similares, pero la nueva política extiende significativamente su alcance.
La orden ejecutiva sostiene que “los esfuerzos por erradicar la realidad biológica del sexo atacan fundamentalmente a las mujeres al privarlas de su dignidad, seguridad y bienestar”.
Donald Trump (REUTERS/Leah Millis)
Organizaciones defensoras de los derechos de las personas transgénero condenaron la orden, señalando los riesgos que representa para la seguridad y la salud de los presos trans. Shannon Minter, directora legal del National Center for Lesbian Rights, advirtió que la política incrementará los casos de abuso sexual y agresiones físicas. “Esto también es perjudicial para los funcionarios penitenciarios, que ahora pierden la capacidad de tomar decisiones basadas en la seguridad y las necesidades específicas de cada caso”, añadió.
Los expertos legales han señalado que la orden podría enfrentar impugnaciones judiciales, ya que los tribunales federales han establecido que los sistemas penitenciarios tienen la obligación de proteger a los presos vulnerables y proporcionar atención médica necesaria. En 2022, un juez federal en Illinois ordenó al Buró de Prisiones proporcionar cirugía de reasignación de género a una reclusa transgénero, declarando que negar el procedimiento violaba la Octava Enmienda.
El Centro de Detención Metropolitano (MDC), gestionado por la Oficina Federal de Prisiones de EE.UU., en Brooklyn, Nueva York (REUTERS/Brendan McDermid)
Richard Saenz, abogado de Lambda Legal, subrayó que las protecciones constitucionales se mantienen incluso para las personas en prisión o en centros de detención migratoria. Según datos federales, las personas transgénero encarceladas tienen 10 veces más probabilidades de denunciar abuso sexual en comparación con otros reclusos.
Actualmente, alrededor de 1.500 mujeres transgénero se encuentran en prisiones federales, según el Buró de Prisiones. Aunque representan una proporción pequeña de los 144.000 reclusos federales, constituyen aproximadamente el 15% de las mujeres encarceladas. Por otro lado, hay 750 hombres transgénero en las mismas instalaciones. El Williams Institute, un centro de investigación de la Universidad de California en Los Ángeles, señala que las personas transgénero representan menos del 1% de los adultos en Estados Unidos, pero son desproporcionadamente afectadas por el sistema de justicia penal debido a factores como la discriminación, el rechazo familiar y las dificultades económicas.
El Centro de Detención Metropolitano (REUTERS/Mike Segar)
Además de las disposiciones relacionadas con el alojamiento, la orden ejecutiva prohíbe el uso de fondos federales para tratamientos médicos relacionados con la transición de género, incluyendo terapia hormonal y procedimientos quirúrgicos. La Asociación Médica Estadounidense considera que estos tratamientos son necesarios para abordar la disforia de género, una condición médica reconocida.
Activistas como Jasmine Tasaki, directora ejecutiva de Black and Pink, organización que aboga por personas L.G.B.T.Q. encarceladas, alertaron sobre los efectos perjudiciales de retirar tratamientos hormonales. “Quitarle los tratamientos hormonales a alguien puede causar una profunda depresión. Para las mujeres trans, perder las características físicas adquiridas puede ser devastador”, afirmó Tasaki, quien también denunció el uso frecuente del confinamiento en solitario para las personas trans, práctica justificada por motivos de seguridad pero que resulta dañina para su salud mental.
La vulnerabilidad de los presos transgénero ya había sido reconocida por la Corte Suprema en 1994 en el caso Farmer v. Brennan, en el que se determinó que el gobierno tiene el deber de proteger a los reclusos de la violencia. Dee Farmer, demandante en ese caso y ahora líder del grupo Fight4Justice, señaló que ha recibido llamadas de reclusas preocupadas por las nuevas medidas. “Ayer recibí tres llamadas de pánico de mujeres trans que temen por lo que les va a pasar”, afirmó Farmer.
Bajo la nueva orden, el Prison Rape Elimination Act, que considera el estatus transgénero como un factor de riesgo en las asignaciones de alojamiento, será modificado según sea “necesario”. Entretanto, defensores de los derechos LGBTQ anticipan batallas legales para desafiar la implementación de estas políticas.
Donald Trump prohibió que las mujeres trans cumplan su pena en cárceles para reclusas femeninas
En una orden ejecutiva, el presidente también puso fin a los tratamientos médicos relacionados con el género para las personas transgénero en prisión
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva en su primer día de regreso al cargo que obliga a las prisiones federales a alojar a las mujeres transgénero en instalaciones para hombres y a detener los tratamientos médicos relacionados con la transición de género. La medida forma parte de una amplia orden destinada a limitar el reconocimiento gubernamental del género únicamente al sexo asignado al nacer.
La directiva también se aplica a las personas detenidas en instalaciones de inmigración y es una de las disposiciones más concretas de la orden, titulada “Defendiendo a las Mujeres del Extremismo de la Ideología de Género y Restaurando la Verdad Biológica al Gobierno Federal”. Durante su primer mandato, Trump ya había implementado restricciones similares, pero la nueva política extiende significativamente su alcance.
La orden ejecutiva sostiene que “los esfuerzos por erradicar la realidad biológica del sexo atacan fundamentalmente a las mujeres al privarlas de su dignidad, seguridad y bienestar”.
Donald Trump (REUTERS/Leah Millis)
Organizaciones defensoras de los derechos de las personas transgénero condenaron la orden, señalando los riesgos que representa para la seguridad y la salud de los presos trans. Shannon Minter, directora legal del National Center for Lesbian Rights, advirtió que la política incrementará los casos de abuso sexual y agresiones físicas. “Esto también es perjudicial para los funcionarios penitenciarios, que ahora pierden la capacidad de tomar decisiones basadas en la seguridad y las necesidades específicas de cada caso”, añadió.
Los expertos legales han señalado que la orden podría enfrentar impugnaciones judiciales, ya que los tribunales federales han establecido que los sistemas penitenciarios tienen la obligación de proteger a los presos vulnerables y proporcionar atención médica necesaria. En 2022, un juez federal en Illinois ordenó al Buró de Prisiones proporcionar cirugía de reasignación de género a una reclusa transgénero, declarando que negar el procedimiento violaba la Octava Enmienda.
El Centro de Detención Metropolitano (MDC), gestionado por la Oficina Federal de Prisiones de EE.UU., en Brooklyn, Nueva York (REUTERS/Brendan McDermid)
Richard Saenz, abogado de Lambda Legal, subrayó que las protecciones constitucionales se mantienen incluso para las personas en prisión o en centros de detención migratoria. Según datos federales, las personas transgénero encarceladas tienen 10 veces más probabilidades de denunciar abuso sexual en comparación con otros reclusos.
Actualmente, alrededor de 1.500 mujeres transgénero se encuentran en prisiones federales, según el Buró de Prisiones. Aunque representan una proporción pequeña de los 144.000 reclusos federales, constituyen aproximadamente el 15% de las mujeres encarceladas. Por otro lado, hay 750 hombres transgénero en las mismas instalaciones. El Williams Institute, un centro de investigación de la Universidad de California en Los Ángeles, señala que las personas transgénero representan menos del 1% de los adultos en Estados Unidos, pero son desproporcionadamente afectadas por el sistema de justicia penal debido a factores como la discriminación, el rechazo familiar y las dificultades económicas.
El Centro de Detención Metropolitano (REUTERS/Mike Segar)
Además de las disposiciones relacionadas con el alojamiento, la orden ejecutiva prohíbe el uso de fondos federales para tratamientos médicos relacionados con la transición de género, incluyendo terapia hormonal y procedimientos quirúrgicos. La Asociación Médica Estadounidense considera que estos tratamientos son necesarios para abordar la disforia de género, una condición médica reconocida.
Activistas como Jasmine Tasaki, directora ejecutiva de Black and Pink, organización que aboga por personas L.G.B.T.Q. encarceladas, alertaron sobre los efectos perjudiciales de retirar tratamientos hormonales. “Quitarle los tratamientos hormonales a alguien puede causar una profunda depresión. Para las mujeres trans, perder las características físicas adquiridas puede ser devastador”, afirmó Tasaki, quien también denunció el uso frecuente del confinamiento en solitario para las personas trans, práctica justificada por motivos de seguridad pero que resulta dañina para su salud mental.
La vulnerabilidad de los presos transgénero ya había sido reconocida por la Corte Suprema en 1994 en el caso Farmer v. Brennan, en el que se determinó que el gobierno tiene el deber de proteger a los reclusos de la violencia. Dee Farmer, demandante en ese caso y ahora líder del grupo Fight4Justice, señaló que ha recibido llamadas de reclusas preocupadas por las nuevas medidas. “Ayer recibí tres llamadas de pánico de mujeres trans que temen por lo que les va a pasar”, afirmó Farmer.
Bajo la nueva orden, el Prison Rape Elimination Act, que considera el estatus transgénero como un factor de riesgo en las asignaciones de alojamiento, será modificado según sea “necesario”. Entretanto, defensores de los derechos LGBTQ anticipan batallas legales para desafiar la implementación de estas políticas.
Trump, pasado y futuro del infierno que viven las personas trans en Estados Unidos
Aunque los atentados más graves contra los derechos de las personas trans en EE UU en los últimos años han venido de parte de los Estados, Trump empieza su mandato cargando contra las personas no binarias, el derecho a la no discriminación o los tratamientos médicos afirmativos de género.
“A partir de hoy, la política oficial del Gobierno de Estados Unidos será que solo hay dos géneros, masculino y femenino”. Así habló Donald Trump, presidente de EE UU, en el baño de masas que fue su inauguración presidencial el pasado lunes 20 de enero en el Capital One Arena de Washington. Durante el acto y posteriormente en el Despacho Oval, el mandatario firmó una batería de órdenes ejecutivas que cargó contra varias comunidades minorizadas, entre ellas el colectivo trans. Las personas trans están en el punto de mira de Trump y ya sufrieron sus políticas durante el mandato 2017-2021, pero también se enfrentan a una enorme ola reaccionaria que desde 2020 ha empeorado sus condiciones de vida mediante legislación estatal.
En una de las órdenes firmadas el lunes, Trump ha eliminado la tercera casilla en la documentación para el género no binario que estaba presente en algunos Estados y ha obligado a que las personas trans que estén en lugares segregados como prisiones o refugios compartan espacio con personas de su género asignado al nacer. También ha establecido que ningún centro médico pueda usar presupuesto federal para tratamientos afirmativos de género, como terapia hormonal o cirugías de reafirmación de género.
Trump ha eliminado la tercera casilla de género, expulsado a las personas trans de espacios segregados por su identidad de género y prohibido el uso de presupuesto federal para transiciones médicas
A pesar de que las personas trans sean un colectivo relativamente pequeño —son trans en Estados Unidos 1,3 millones de personas adultas y 300.000 entre 13 y 17 años, según el Williams Institute—, el esfuerzo legislativo contra ellas por parte de la administración Trump ha sido y será, promete el mandatario, considerable.
Las personas trans no han tenido ningún respiro durante el tiempo en que Trump no era el inquilino de la Casa Blanca. El expresidente Joe Biden firmó algunos decretos impidiendo la discriminación contra las personas disidentes de género —ya derogados por Trump—, pero la ola reaccionaria ha venido desde los Estados. Actualmente, existen 196 proyectos de ley en tramitación en diferentes Estados que aspiran a mermar los derechos LGTBIAQ+, según la ONG ACLU.
Las personas trans, en la mirilla de Trump
En 2016, el Estado de Carolina del Norte aprobó una ley para obligar a las personas trans a utilizar los baños de su género asignado al nacer. “Hay muchos problemas [con la nueva ley]. Déjalo como está. Ha habido muy pocas quejas tal y como está. La gente va, usa el baño que considera apropiado, ha habido muy pocos problemas”. Esta fue la opinión de Trump sobre la ley estatal preguntado en abril de 2016, pero su postura en temas trans ha cambiado radicalmente desde entonces en línea con la oleada antigénero de la extrema derecha internacional.
En línea con la ola antigénero internacional, Trump establece que hay dos géneros inmutables determinados por las gónadas y elimina los planes de Diversidad, Equidad e Inclusión
Una de las órdenes ejecutivas que firmó el día de su inauguración establece que solo hay dos géneros, que estos son inmutables y que quedan determinados por si la persona nace con ovarios o espermatozoides. El decreto no hace referencia a qué ocurrirá con las personas intersex cuyo sexo no pueda identificarse tan fácilmente mediante esta categorización.
Además, la misma orden conmina a hablar de sexo y no género en documentos oficiales y establece que, en prisiones federales y refugios para personas sin hogar o supervivientes de violencia sexual que estén segregados, las personas trans se agrupen con las personas de su género asignado. El texto también añade que el presupuesto federal no podrá pagar “servicios de transición” como tratamiento hormonal o cirugías de reafirmación de género. En campaña, el magnate fue más allá y dijo que retiraría toda la dotación federal a cualquier centro médico que ofrezca estos servicios independientemente de si los dólares de la Unión van a parar a estos tratamientos u otros.
En una segunda orden ejecutiva, el presidente ha eliminado los planes DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) que utilizan fondos federales. Aunque estos programas se utilicen, por ejemplo, para fomentar el entendimiento entre culturas en los centros de trabajo o conseguir un estudiantado más diverso en las universidades, sus críticos afirman que son antiestadounidenses. “DEI, al discriminar por motivos de raza, sexo y muchos otros factores, no solo es inmoral, sino también ilegal”, llegó a decir el multimillonario y futuro miembro del gabinete de Trump Elon Musk.
El magnate ha prometido mano dura contra el tratamiento hormonal, llegando a proponer que se prohíba para todas las edades
Más allá de los hechos, Trump ha prometido poner fin a la “agenda woke” en las escuelas y excluir del deporte escolar y universitario a niñas y chicas trans. Ha afirmado en varias ocasiones y no solo en campaña que tendría mano dura con las terapias hormonales. Aunque en la mayor parte de las veces se refería al acceso a estos servicios por parte de adolescentes, en otras ha comentado que prohibirá el uso de hormonas para todas las edades.
Trump atacó al colectivo trans en su pasado mandato
El mejor predictor de la conducta futura es la conducta pasada, y en su anterior mandato Trump no se cortó a la hora de atacar a las personas trans. El primer presidente delincuente de la historia de EE UU limitó la protección a trabajadores y estudiantes trans, además de coartar el acceso a la terapia hormonal y cirugías de reafirmación de género. Algunas de sus medidas fueron revertidas por la administración Biden, pero vuelven a estar en vigor tras el regreso al poder de Trump.
El que fue presidente desde 2017 hasta 2021 prohibió el ingreso en el ejército de las personas trans por considerarlas enfermas mentales y eliminó las protecciones federales contra la discriminación. Dado el sistema descentralizado de Estados Unidos, esta medida quedó limitada a la Seguridad Social, Medicare —un precario seguro médico que ofrece el gobierno para personas vulnerables—, programas de vivienda o acceso al empleo público federal.
En su anterior mandato, Trump coartó el acceso a la terapia hormonal y cirugías de reafirmación de género, además de eliminar protecciones contra la discriminación o publicar una guía estereotipada sobre cómo identificar a una mujer trans
A punto de terminar su mandato, Trump derogó en 2020 un decreto de Obama que impedía la discriminación a personas trans en los refugios para personas sin hogar. Con el fin de detectar y expulsar a las mujeres trans de los refugios segregados femeninos, la administración Trump emitió una guía plagada de estereotipos misóginos sobre cómo identificar a estas personas por su aspecto físico.
Las amenazas a los derechos trans también llegan desde los Estados
Desde 2020, la mayoría de textos legislativos que atentan contra los derechos de las personas trans los han aprobado los Estados. Esta es una realidad que ha pasado desapercibida en España por estar más lejos de los focos, puestos en su mayoría sobre Nueva York y Washington, pero que ha afectado a la comunidad trans estadounidense. Una encuesta calcula que el 8% de la población trans de Estados Unidos se ha mudado fuera de su comunidad o Estado para huir de la legislación anti-LGTBIAQ+, y un 43% adicional asegura considerarlo.
El abanderado de la destrucción de los derechos trans es Ron DeSantis, el gobernador republicano de Florida. El Estado soleado ha introducido en su corpus legal en los últimos años medidas como la prohibición de espectáculos drag —revocada por el Tribunal Supremo— o la retirada de la custodia a progenitores que busquen tratamiento afirmativo de género para sus criaturas. Chase Strangio, abogado especializado en derechos civiles que está litigando en el Alto Tribunal para eliminar esta última medida, ha afirmado que estas normas constituyen un “proyecto genocida”. Según el letrado, la prohibición de acceder a tratamientos de salud y la posibilidad de que el Estado secuestre a criaturas o adolescentes trans encajan con la definición de genocidio de las Naciones Unidas.
Hay 196 proyectos de ley anti-LGTBIAQ+ en tramitación en 35 Estados. En Florida prohibieron los espectáculos drag o anunciaron que retirarían la custodia a progenitores que ofrecieran a sus adolescentes tratamiento hormonal. Un abogado lo califica de “proyecto genocida”
Actualmente, hay 196 proyectos de ley anti-LGTBIAQ+ en diferentes fases de tramitación en 35 Estados diferentes, según la ONG American Civil Liberties Union (ACLU). Texas está a la cabeza de este ránking de la vergüenza con 34 posibles futuras leyes en tramitación. Las iniciativas más comunes son las relativas al ámbito educativo: prohibición de hacer deporte conforme a la identidad de género de la persona trans, censura del currículum u obligación del profesorado de avisar a la familia si su hije dice ser trans en la escuela o instituto.
Después de la esfera educativa, las propuestas más frecuentes son las que buscan atacar los derechos civiles, como el establecimiento de la objeción de conciencia religiosa o la definición de sexo como realidad inmutable y determinada por las gónadas. Después de estas, se encuentran las restricciones al acceso a la sanidad, barreras para obtener documentación acorde a la identidad o limitaciones a la libertad de expresión.
[Madrid] 1 de febrero: «Una mirada Trans», tertulia con Raffaella Corrales y Edurne LH
Este próximo sábado 1 de febrero a las 18:00 en el local de Solidaridad Obrera (c/Espoz y Mina 15, 1°Izda) Tertulia sobre realidades y Derechos Trans con las compañeras Raffaella Corrales y Edurne LH
En su primer día como presidente, Trump afirma su agenda contra la diversidad de género
En su discurso de investidura, Donald Trump amenazó este 20 de enero con revertir avances en derechos para la población trans y no binaria. Podría incluir el bloqueo al acceso a atención médica de afirmación de género y restringir su participación en deportes.
Organizaciones de Derechos Humanos advierten que varios de los anuncios de Donald Trump este 20 de enero, en su investidura podrían borrar años de logros en inclusión y diversidad.
Ya lo había dicho durante su campaña presidencial, y repetido en múltiples ocasiones antes de asumir el cargo, pero esta vez, Donald Trump afirmó en el Capitolio y frente a millones de espectadores en televisión que durante su Administración “solo habrá dos géneros” en Estados Unidos, «masculino y femenino».
Una amenaza que apela directamente a la población trans del país y también a las personas que se identifican como no-binarias y que pone en peligro los logros alcanzados en Estados Unidos.
«A partir de hoy, la política gubernamental de Estados Unidos es que hay solo dos géneros: masculino y femenino», afirmó Trump luego de juramentar como presidente.
Además, sentenció que pondrá fin “a la política gubernamental de intentar diseñar la raza y el género en cada aspecto de la vida pública y privada”. Una referencia directa a lo que él ha denominado como la “agenda woke” (una forma despectiva sobre ideas progresistas), a la que promete destruir.
Pero, lo que más preocupa a grupos que luchan por los derechos de la población con identidades de género diversas es que las palabras de Trump parecen no quedarse en enunciaciones vacías, el mandatario ya adelanta la firma de enmiendas para concretarlas.
Polémica por la enmienda que firmará Trump
En la mesa del presidente le esperan documentos que podrían afectar profundamente a la población trans y no binaria en Estados Unidos. Según un funcionario de la Administración entrante, Trump firmará una orden ejecutiva que establece que el Gobierno federal solo reconocerá dos sexos: masculino y femenino.
Según informó un funcionario de la Administración entrante, la orden de Trump podría restringir el acceso a la atención médica de afirmación de género y limitar la participación de mujeres trans en competencias deportivas.
En cuanto a atletas, afirmó este domingo que actuaría en su primer día para detener la participación de atletas trans en los deportes femeninos.
Además, la enmienda de Trump podría derivar en que solo se reconocerán dos sexos en documentos oficiales como pasaportes y visas, según indicó una fuente a AFP. Unas decisiones que podrían afectar profundamente los logros obtenidos por la población trans en ese país.
Justamente, la ONU asegura que uno de los abusos de los Derechos Humanos contra las personas trans incluyen la “falta de reconocimiento legal de su identidad de género”.
Según AP, la orden también bloquearía los requisitos en las instalaciones gubernamentales y en los lugares de trabajo de que se haga referencia a las personas trans utilizando los pronombres que se alinean con su género.
La fuente aseguró que Trump emitirá otras órdenes ejecutivas que recortarán programas de diversidad, equidad e inclusión «muy pronto».
¿Trump iría más allá que en su primer mandato?
Un elemento que preocupa a los activistas por los derechos LGBTIQ+ es que Trump ya dio indicios de sus programas en su primera Administración y temen que vaya más lejos.
Trump ha prometido que firmará una orden ejecutiva para poner fin a los derechos de las personas trans en el Ejército del país y también en las escuelas.
También, tal como muestra Reuters, en un video de campaña en 2023, Trump dijo que en su primer día en el cargo revocaría las políticas de la Administración Biden que brindan información y recursos a quienes buscan atención médica para que puedan alinear sus cuerpos con el género con el que se identifican. Esa atención puede incluir terapia hormonal y cirugía.
La imposibilidad de acceder a estos tratamientos atenta contra los derechos de las personas que no se definen con el sexo con el que nacieron y que recurren a cirugías o a tratamientos hormonales para poder transcisionar al sexo con el que se identifican. Aunque no todas las personas hacen uso de estas cirugías, podría afectar a las personas que desean hacerlo.
Aun así, analistas predicen que es casi seguro que las políticas enfrentarán desafíos legales.
Por otro lado, David Stacy, vicepresidente de asuntos gubernamentales de la Campaña de Derechos Humanos, aseguró en diálogo con Reuters que Trump parece estar poniendo en su gobierno «a más gente que cree firmemente en intentar borrar a las personas trans de la sociedad y de su capacidad para funcionar en ella».
«En ese sentido, esta es una Administración mucho más peligrosa que la primera», afirmó.
Sin embargo, Stacy augura: «Habrá una oposición significativa por parte del público y… sé que no lograrán todo lo que esperan lograr, pero pueden causar mucho daño»-
El Área LGTBI de UGT publica ‘Planes LGTBI en las empresas. Guía de recomendaciones para la negociación’
Esta guía se ha elaborado con la colaboración de movimientos sociales LGTBI, como la Plataforma Trans, y con personas expertas en igualdad en los centros de trabajo.
El pasado 9 de octubre de 2024 entró en vigor el Real Decreto 1026/2024, que establece las medidas recogidas en el artículo 15.1 de la ley 4/2023, es decir, aquellas medidas que deben aprobarse en las empresas de más de 50 personas trabajadoras para conseguir que los centros de trabajo sean respetuosos con las personas LGTBI, atajando de esta forma la LGTBIfobia que se produce en el entorno laboral.
UGT ha elaborado una guía completa de medidas. En esta guía se recogen las medidas plasmadas en el Real Decreto pero, además, detalla las medidas propuestas por UGT que incluyen: cláusulas de igualdad de trato y no discriminación, medidas de acceso al empleo, medidas de clasificación y promoción profesional, medidas de formación, sensibilización y lenguaje, la promoción de entornos laborales diversos, seguros e inclusivos, permisos y beneficios sociales y la modificación del régimen disciplinario. También se incluyen en esta guía un protocolo de actuación para la atención del acoso y la violencia contra las personas LGTBI y un protocolo de acompañamiento a personas trans en el trabajo.
Dichas medidas serán negociadas y pactadas a través de la negociación colectiva con la representación legal de las personas trabajadoras, tanto en convenios colectivos de ámbito empresarial, en convenios colectivos de ámbito superior a la empresa y en acuerdos de empresa, en ausencia de convenios colectivos.
Las medidas recogidas en esta guía, no sólo cumplen con el artículo 15.1 de la ley 4/2023, sino también con el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) y con la ley 3/2023 de Empleo.
Esta guía se ha elaborado con la colaboración de movimientos sociales LGTBI, como la Plataforma Trans, y con personas expertas en igualdad en los centros de trabajo.
UGT es un sindicato de clase que siempre ha apostado firmemente por la igualdad de trato y oportunidades para todas las personas y, en el marco de esta defensa de la igualdad, se publica esta guía de apoyo a las delegadas y delegados en la negociación de estas medidas fundamentales para acabar con la discriminación por orientación sexual, identidad y/o expresión de género en los centros de trabajo.
Una marcha rosa exige en Bombay refugio, visibilidad social e igualdad para las personas trans
Bombay (India), 13 ene (EFE/EPA).- Personas transgénero se manifestaron este lunes en Bombay para exigir refugio, visibilidad social, igualdad, empoderamiento, fin de la discriminación y para crear conciencia sobre diferentes problemas de la comunidad de la comunidad kinnar, también conocida como hijra o transgénero. La marcha rosa estuvo organizada por la entidad Hinnar Maa Ek Samajik Sanstha Trust, enfocada en la mejora de las condiciones de vida y el bienestar de la comunidad kinnar.
El país entero exige respeto por esta población y apoyo para evitar que se sigan viendo vulnerados sus derechos – crédito Colprensa
La noche del 13 de enero de 2025 ocurrió un nuevo asesinato que generó alerta en el territorio nacional, pues involucra a una persona parte de la población Lgbt+; se trata de Diany Ruiz, un hombre trans que era miembro de la Fundación Magdalena Diversa. El caso encendió las alarmas sobre la creciente violencia contra la comunidad en Colombia, pues este caso se suma a una preocupante estadística: en los primeros 14 días del 2025, ya se han registrado seis homicidios de personas Lgbt+ en el país, según datos del Observatorio de Derechos Humanos de Caribe Afirmativo.
Del mismo modo, la organización reveló que el crimen ocurrió en Barrancabermeja, Santander, en el momento en el que los sicarios, que se movilizaban en motocicleta, ubicaron a su objetivo y le dispararon en repetidas ocasiones ante la mirada de varias personas que presenciaron el brutal ataque y ahora se convierten en pieza clave en la organización.
La organización informó a través de la plataforma X que el asesinato de Ruiz no solo representa una tragedia personal, sino que pone de manifiesto la falta de garantías para la seguridad y los derechos de las personas Lgbt+ en Colombia, por lo que se exigió una investigación exhaustiva que contemple una perspectiva de derechos humanos, con el objetivo de esclarecer los motivos del crimen y garantizar justicia para la víctima, de acuerdo con lo expresado por Caribe Afirmativo en un comunicado, en el que lamentaron el asesinato y extendieron sus condolencias a los familiares y allegados de Ruiz.
Se espera que los criminales sean capturados próximamente para que paguen por lo sucedido – crédito MICHAEL BALAM/CUARTOSCURO
Seis asesinatos en dos semanas
El caso de Diany Ruiz no es un hecho aislado. Según los registros del Observatorio de Derechos Humanos de Caribe Afirmativo, este es el sexto asesinato de una persona Lgbt+ en los primeros 14 días del 2025. La cifra, alcanzada en apenas dos semanas, refleja una preocupante tendencia de violencia sistemática contra esta población en el país.
Del mismo modo, se indicó que estos crímenes no solo afectan a las víctimas directas, sino que también generan sensaciones de miedo e inseguridad entre las personas Lgbt+, por lo que se instó a las autoridades a adoptar medidas efectivas para proteger a esta comunidad.
El asesinato de Ruiz desató indignación entre activistas y organizaciones defensoras de derechos humanos, que reiteraron la importancia de abordar estos casos con un enfoque que considere la violencia contra esta población, por lo que la organización recomendó que las investigaciones incluyan un análisis de los contextos de discriminación y exclusión que enfrentan las víctimas, para garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia.
Además, la organización hizo un llamado a las autoridades locales y nacionales para que implementen políticas públicas que protejan la vida y los derechos de las personas Lgbt+, pues la falta de garantías para esta población no solo se refleja en los homicidios, sino también en otras formas de violencia y discriminación que permanecen invisibilizadas.
Específicamente las personas trans han tenido que padecer por ataques en contra de su integridad – crédito Ted Eytan / Europa Press
El asesinato de Diany Ruiz ocurre en un entorno de violencia, discriminación y falta de acceso a la justicia, no solo para esta población, sino para la ciudadanía en general, que exige una respuesta integral por parte del Estado y la sociedad.
Caribe Afirmativo insistió en que la protección de los derechos de las personas LGBTIQ+ no puede seguir siendo postergada por las autoridades y, en su comunicado, la organización expresó: “Este asesinato es un recordatorio doloroso de la falta de garantías para la vida y seguridad de las personas Lgbt+ en Colombia”.
Ante lo ocurrido, el llamado de la sociedad colombiana es a que se tomen acciones concretas para garantizar que todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, puedan vivir en condiciones de igualdad y seguridad.