La Policía detiene al autor de la salvaje paliza a una mujer trans en el Orgullo de Logroño

La Policía detiene al autor de la salvaje paliza a una mujer trans en el Orgullo de Logroño

La Policía Nacional de la Jefatura Superior de Policía de La Rioja ha detenido al presunto autor de una agresión que tuvo lugar durante la tarde del día 27 de junio, en el marco de las celebraciones del Orgullo en Logroño. El hombre golpeó a la víctima, causándole una fractura en la mandíbula, por lo que tuvo que ser trasladada al hospital donde necesitó cirugía para el tratamiento de la lesión permaneciendo ingresada durante unos días.

Autor y víctima, que ya se conocían previamente, coincidieron en la entrada de un servicio municipal del Ayuntamiento de Logroño, y tras un intercambio de palabras, le propinó un fuerte bofetón en la mejilla. Al lugar acudieron varias dotaciones de Policía Nacional, aunque el presunto autor ya había abandonado el lugar, y se requirió la presencia de servicios sanitarios que finalmente trasladaron a la víctima al hospital ante las lesiones que sufría.

El grupo de investigación de la Policía Nacional inició las diligencias para esclarecer los hechos, en las que se tomó declaración a la víctima cuando fue dada de alta en el hospital, para llegar a la plena identificación del autor, procediendo a dar orden de su detención, el cual finalmente ha sido localizado y detenido.

La víctima que se encontraba en trámites para realizar el cambio registral del sexo, ha declarado que en su opinión el motivo de la agresión podría ser que al presunto autor se avergonzara de que le saludara delante de sus conocidos. Al presunto autor se le atribuye un delito de lesiones.

Segundo detenido en un violento Orgullo

Esta detención es la segunda que practica la Policía Nacional en relación a un violento Orgullo en Logroño, donde GYLDA denunció hasta tres ataques de naturaleza homófoba y tránsfoba. Los agentes detuvieron el pasado 2 de julio a un joven de 20 años tras agredir a una prima segunda «por el mero hecho de que había cambiado su identidad sexual».

Mientras la víctima hablaba en la vía pública por teléfono sin percatarse de la presencia de su primo segundo, y sin más motivo, este le propinó un puñetazo en la cara, lo que provoco que cayera al suelo. El presunto autor de la agresión mientras le golpeaba le profería vejaciones, llamándole «maricón».

La víctima seguía en el suelo por el puñetazo, cuando el autor intentaba volver agredirle, no pudiendo hacerlo por la intervención de los allí presentes que le agarraron para impedírselo. Aún no pudiendo agredirle, y mientras le sujetaban, repetía las mismas vejaciones a la víctima. Tras lo cual abandonó el lugar de los hechos.

Una de las personas que acompañaba a la víctima realizó una llamada, requiriendo presencia policial, personándose en el lugar una patrulla aunque el agresor ya había abandonado el lugar sin poder ser localizado.

Contra la transfobia

Tras conocer estos hechos, la asociación GYLDA LGTBIQ+ expresó su «rechazo, indignación y la impotencia de sus componentes tras conocer estas agresiones lgtbifóbicas».

«Lamentablemente, este no es un caso aislado y es de sobra conocido que el odio mata. Creemos firmemente que los discursos contra el colectivo que profieren a diario algunas formaciones políticas y personas conocidas siembran ese rechazo que, posteriormente, algunas personas convierten en agresiones físicas y verbales, algunas de las cuales terminan con secuelas irreversibles en las víctimas e, incluso, en muerte», subrayó el colectivo.

Días después de los ataques, un millar de personas secundaron en Logroño una concentración para reclamar «respuestas, investigación y justicia» ante las tres agresiones ocurridas durante el Orgullo.

https://nuevecuatrouno.com/2025/07/21/sucesos-policia-detiene-autor-salvaje-paliza-joven-trans-logron/

Plataforma Trans pide a Marlaska la suspensión del servicio de los policías nacionales que agredieron a una mujer trans en Palma

Plataforma Trans pide a Marlaska la suspensión del servicio de los policías nacionales que agredieron a una mujer trans en Palma

El pasado 14 de julio, M.S, mujer trans residente en Palma de Mallorca, presentó una denuncia ante el juzgado de instrucción número 6 de Palma (Illes Balears) por un delito de lesiones, de las que fue atendida en el hospital Son Espases, tras la agresión que sufrió por parte de un agente de la policía nacional, contra el que ha interpuesto la denuncia.

Plataforma Trans pide a Marlaska la suspensión del servicio de los policías nacionales que agredieron a una mujer trans en Palma

Según relata dicha denuncia, la mujer se encontraba en el centro de Palma cuando presenció un incidente en el que varios agentes de la policía nacional estaban reduciendo a un hombre que estaba alterando el orden público, dicha mujer observó que en la actuación policial uno de los agentes puso la rodilla en el cuello a dicho hombre, lo que consideró un abuso procediendo entonces a grabar dicha actuación. En ese momento dicho agente de la policía nacional, se levantó y propinó a la mujer un empujón, tras lo que la denunciante le solicitó el número de placa, la respuesta del agente fue agarrarla del cuello, procediéndose un forcejeo en el que la mujer intentaba zafarse, en ese momento intervino un compañero del agente para que la soltara, según la denuncia, cuando eso sucedió el mismo agente tiro al suelo a la mujer para reducirla y la arrastró a una esquina doblándola el brazo, a pesar de que no ofrecía resistencia, en ese momento el otro agente volcó el bolso con las pertenencias de la mujer en el suelo, cogiendo su DNI para apuntar sus datos, tras lo que la dijeron que no denunciase que sería peor, así mismo el trato de los agentes hacía ella, continuo siendo en masculino a pesar de que ella misma les decía que era una mujer y de que habían visto que en su DNI aparecía el sexo femenino. Dichos agentes de la policía nacional abandonaron la escena dando una patada a las pertenencias de M.S diciendo que lo recogiera ella.

“Ante este grave caso de abuso policial y transfobia relatados en la denuncia, desde Plataforma Trans exigimos al ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, que se produzca una investigación en profundidad para depurar los hechos y dichos agentes de la Policía Nacional sean apartados del servicio, como medida cautelar. De confirmarse lo relatado en la denuncia exigimos su inmediata expulsión del cuerpo, así mismo exhortamos a la fiscalía a actuar para que sean juzgados por un delito de odio por identidad de género” declara Mar Cambrollé, presidenta de Plataforma Trans, “Según el último informe del Estado del Odio LGTBI+, la infradenuncia por delitos de odio por LGTBIQfobia se sitúa en el 83,5 % lo que evidencia un grave problema de falta de confianza en las instituciones, una situación inadmisible que requiere una respuesta firme y estructural, dichos comportamientos en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado son inasumibles en plena democracia.” Concluye Cambrollé.

18 y 19 de julio: Vagas y maleantes. Sa Feixina (Palma de Mallorca) Orgull 2025

18 y 19 de julio: Vagas y maleantes. Sa Feixina (Palma de Mallorca) Orgull 2025

El viernes 18, la programación comenzará con un tardeo de DJ Just Tea que abrirá paso a la mesa ‘Rojas, zurdos, vagas y maleantes: memoria, represión y resistencia antifascista’ en la que participarán Mar Cambrollé, Presidenta de la Plataforma Trans y superviviente del franquismo, Maria Antònia Oliver, Presidenta de Memòria de Mallorca, Paola Maddonni, del colectivo Redsistencia Baleares, Jaime Horrach, ‘Jimmy’ histórico transformista de Mallorca y, «como plato fuerte», Irene Montero. La jornada culminará con las actuaciones de Dj FreeNipples y Papá Topo.

Plataforma Trans denuncia la nula interlocución con el Ministerio de Sanidad

Plataforma Trans denuncia la nula interlocución con el Ministerio de Sanidad

La Federación Plataforma Trans manifiesta su profundo malestar tras conocer por los medios de comunicación el acuerdo aprobado el pasado viernes en el Consejo Interterritorial de Salud para la creación del primer centro especializado en la atención sanitaria a personas trans y con desarrollo sexual diverso.

Plataforma Trans denuncia la nula interlocución con el Ministerio de Sanidad

Como entidad que ostenta la representación de las personas trans en el Consejo Estatal LGTBI, la Plataforma Trans ha solicitado en dos ocasiones —el 1 de marzo y el 15 de mayo de 2024— una reunión con la Ministra de Sanidad, Mónica García, con el objetivo de trasladarle la situación sanitaria que viven las personas trans en las distintas comunidades autónomas, así como presentar propuestas concretas para mejorar su atención médica.

A día de hoy, la Plataforma no ha recibido respuesta alguna. Esta falta de interlocución, prolongada durante más de un año, resulta preocupante y se interpreta como un posible veto institucional con motivaciones políticas. Esta exclusión deliberada desde instancias de Gobierno puede considerarse una forma de violencia institucional y, en última instancia, si obedece a un sectarismo político.en una institución pública que veta la participación de una entidad representativa por motivos ideológicos o partidistas puede constituir una forma de corrupción.

No es que no valoremos el acuerdo, pero lo consideramos claramente insuficiente, generándonos, además, dudas sobre su aplicación y puesta en marcha, más aún, nos resulta oportunista el anuncio en pleno orgullo, sin interlocución con las entidades representativas del colectivo trans y sin haber demostrado un compromiso, más allá de estos titulares, con la salud de las personas trans” , señala Mar Cambrollé, presidenta de la Federación Plataforma Trans.

Desde la Plataforma se insiste en la necesidad urgente de que el Ministerio de Sanidad incluya de forma específica en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud todas las intervenciones quirúrgicas necesarias para las personas trans, ya que en muchas comunidades autónomas estas siguen sin estar garantizadas o son directamente denegadas.

Las necesidades médicas y quirúrgicas de las personas trans no son cuestiones estéticas ni cosméticas: son cuestiones de salud ”, afirma Cambrollé. «A este Gobierno que se autodefine como progresista, le exigimos hechos, no titulares. Es imprescindible blindar las prestaciones sanitarias específicas para las personas trans en todas las comunidades autónomas». Concluye Cambrollé.

Plataforma Trans denuncia la nula interlocución con el Ministerio de Sanidad

Podemos pide en el Congreso reservar un mínimo del 1% de plazas de empleo público a personas trans

Podemos pide en el Congreso reservar un mínimo del 1% de plazas de empleo público a personas trans

   Irene Montero habla de una «gravísima discriminación» en el empleo y Mar Cambrollé afirma que «viven un apartheid laboral»

Podemos ha registrado este jueves en el Congreso una iniciativa para garantizar que, en las ofertas de empleo público, se reserve un cupo no inferior al 1% de las vacantes para ser cubiertas por personas trans.

‘Las personas trans sufren una gravísima discriminación en el entorno laboral. Hablamos de miles de personas que son juzgadas antes por su identidad de género, por su expresión de género, que por su curriculum. Personas para las que está a la orden del día las entrevistas de trabajo tras las cuales nadie te llama o los despidos invisibles’, ha dicho la secretaria política y eurodiputada de Podemos, Irene Montero, en declaraciones a los medios.

Tras el registro de la proposición no de ley (PNL) en la Cámara Baja, Montero ha argumentado que «una de cada dos personas trans está en situación de desempleo» y que cuando tienen trabajo, la mayoría de ellas están en posiciones ‘por debajo de su cualificación».

‘La mayoría de ellas dicen que su identidad de género, su expresión de género, es un obstáculo para encontrar un empleo. La mayoría de ellas también afirman que han sufrido discriminación en el entorno de trabajo, y básicamente ser una persona trans en España y en Europa significa que tienes el doble de posibilidades de estar en desempleo que de tener un contrato indefinido’, ha asegurado Montero.

Para la dirigente de Podemos, se trata de «exclusión laboral’ y frente a esa situación hay que actuar «con contundencia’. Además, ha subrayado que hay otros países que ya han implementado el cupo laboral para personas trans.

Con motivo de la celebración del Orgullo, Irene Montero ha hecho un llamamiento a ‘no mirar para otro lado ante cualquier expresión de odio o de LGTBI-fobia, por pequeña o por insignificante que parezca’. «Ni son bromas ni son opiniones’, ha declarado, al tiempo que ha advertido que es «odio» y ha recordado el asesinato del joven Samuel Luiz hace cuatro años.

Por su parte, la secretaria de LGTBIQA-E de Podemos y presidenta de la Plataforma Trans, Mar Cambrollé, ha indicado que esta iniciativa es «el punto de salida’ y ‘un toque de atención’ al Gobierno y al Ministerio de Trabajo liderado por Yolanda Diaz, para que implemente lo que establece la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, «que aún está muerto en los laureles’.

«ES UNA VERGÜENZA»

Mar Cambrollé ha llamado a no olvidar lo que vive el colectivo trans, cuya tasa de desempleo alcanza «un 46 por ciento». ‘Las personas trans viven un apartheid laboral y es una vergüenza», ha declarado, para después añadir: «Sin trabajo no se pueden independizar las personas. Sin trabajo no pueden pagar el alquiler de una vivienda. Sin trabajo no podemos comer ni comprarnos ropas de vestir».

En el texto de la iniciativa, recogido por Europa Press, Podemos argumenta que, según la Agencia de los Derechos Humanos de la Unión Europea (FRA), el 42% de las personas trans ha sufrido discriminación en el trabajo o en la búsqueda de uno o que la encuesta ‘Hacia centros de trabajo inclusivos’ elaborada por UGT concluye que el 75% de las personas trans considera que el hecho de ser trans es un inconveniente para buscar empleo.

En este sentido, cita el estudio sobre la inserción sociolaboral de las personas trans realizado por el Ministerio de Igualdad en el año 2022, que cifra la tasa de desempleo de las personas trans en el 46,5%. ‘En este mismo estudio se recoge que la mayoría de las personas trans empleadas tienen una formación y cualificación superior al puesto de trabajo que desempeñan y que tan solo el 24,7% se benefició de recursos dirigidos a la inserción laboral para el colectivo trans», destaca.

De este modo, Podemos recuerda que la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI «recoge la necesidad tanto de desarrollar estrategias como de implantar medidas para favorecer la integración e inserción laboral de las personas trans, incluida la adopción de subvenciones que favorezcan la contratación de las personas trans en situación de desempleo y los planes específicos para fomentar el empleo de las personas».

‘Al igual que se ha hecho con las mujeres en la ley de paridad, cuando una parte de la población sufre discriminación por su identidad de género, el deber del Estado es aplicar medidas de acción positiva que solucionen la discriminación que existe debido al acceso de las personas trans al mercado laboral’, defiende.

Por ello, consideran importante adoptar medidas que ‘vayan más allá» como es el cupo laboral trans, que garantizaría que al menos el 1% de todos los puestos de la Administración Pública estén reservados para personas trans.

https://www.europapress.es/sociedad/noticia-podemos-pide-congreso-reservar-minimo-plazas-empleo-publico-personas-trans-20250703141552.html

Marcha Trans 2025: Sevilla se movilizó por los derechos trans

Marcha Trans 2025: Sevilla se movilizó por los derechos trans

Este 27 de junio tuvo lugar la marcha trans organizada por la histórica asociación ATA Sylvia Rivera, que partió de la plaza Nueva de Sevilla a las 19h.

Esta movilización, que se lleva a cabo por tercer año consecutivo, tiene como objetivo visibilizar las demandas y realidades del colectivo trans, en un contexto marcado por retrocesos legislativos, discursos de odio y precariedad estructural. Bajo el lema «Frente al odio levantaT», la marcha recorrió las calles del centro de la ciudad terminando en la Alameda de Hércules.

La marcha también denunció el repunte de la transfobia institucional y la libre circulación de discursos de odio en la RRSS, así como la falta de implementación efectiva de la Ley Trans estatal.

“Las personas trans estamos viviendo desde hace años la mayor campaña criminal de odio y demonización de todo el periodo democrático con graves consecuencias hacía nuestras vidas, en el contexto internacional los Gobiernos de Donald Trump en EEUU o Milei en Argentina no son hechos aislados, constituyen el reflejo de un auge internacional de la extrema derecha que utiliza nuestras vidas como chivos expiatorios. En muchos lugares del mundo, se están aprobando leyes que criminalizan la existencia trans, prohíben el acceso a tratamientos médicos, censuran nuestra educación y legitiman el odio.” Declara Mar Cambrollé, presidenta de ATA Sylvia Rivera. “En el Estado español continuamos sin la implementación efectiva de la Ley Trans para que las personas trans migrantes puedan realizar el cambio de nombre y sexo en sus documentos, después de más de dos años de aprobada la ley, el Gobierno continua sin dictar las instrucciones que permitan acceder a este derecho reconocido en la ley, por parte de las personas trans migrantes, al mismo tiempo vemos como se están produciendo intentos de retrocesos legislativos con los recortes planteados a las leyes trans de las comunidades de Madrid y Valencia, mientras las agresiones se han duplicado en el último año” , continua Cambrollé. “Interpelamos a esa mayoría social que esta a favor de nuestros derechos, hoy más que nunca necesitamos salir a las calles para hacer frente al odio, porque después de las personas trans, irán a por todas las demás, porque defender a las personas trans es defender la democracia”. Concluye Cambrollé.

Juana Ortega, una mujer trans encarcelada en La Palma en los años setenta: «Nos trataron como animales»

Juana Ortega, una mujer trans encarcelada en La Palma en los años setenta: «Nos trataron como animales»

Ortega fue enviada desde Las Palmas de Gran Canaria al penal de La Palma acusada de «tara erótica» en 1969, su testimonio, recogido por el colectivo Violetas y el investigador Víctor Ramírez, constituye la restitución de la dignidad a unas victimas olvidadas

Juana María Ortega tenía tan solo diecinueve años cuando fue privada de libertad y condenada a malvivir en la cárcel de la isla de La Palma donde no conocía a nadie. Era inocente. Llegó a la prisión de La Palma condenada por la Ley de Vagos y Maleantes en el año 1969, y su sentencia decía: «tara erótica, dada la práctica de la homosexualidad». Ese fue el motivo por el que fue encarcelada, enviada desde Las Palmas de Gran Canaria con una doble condena: la prisión injusta y la del destierro, la vergüenza y la mancha que recibieron las personas LGTBIQ+, especialmente homosexuales y personas trans. Juana recuerda esos años como un calvario: «nos trataron como animales».

La consejera de Promoción Económica del Cabildo de La Palma y conse de la empresa pública Sodepal, Miriam Perestelo, destacó la importancia de este homenaje por la injusticia de estas leyes que condenaban a personas inocentes. «Agradezco a Juana María Ortega el esfuerzo emocional tan fuerte por venir a La Palma, cuentan con todo el respaldo institucional del Cabildo para reparar todo el daño que sufrieron las víctimas, si es que eso es posible», expresó Perestelo. «Esto debe servir para lograr una sociedad más igualitaria y justa donde todas las personas tengan cabida y nadie se vea reprimido», añadió.

Una placa en homenaje a las víctimas

El Cabildo de La Palma ha instalado una placa en homenaje a las víctimas en el Palacio Salazar de Santa Cruz de La Palma a través de su empresa pública Sodepal y en estrecha colaboración con el colectivo LGTBIQ Violetas. «Este homenaje no debería ser un acto simbólico más. Esta placa es un grito contra el olvido, una palabra grabada sobre la piedra para romper el silencio que se impuso durante décadas«, ha dicho Besay Viña, presidente del colectivo LGTBIQ+.

En los años del franquismo, la llamada Ley de Vagos y Maleantes —y luego la Ley de Peligrosidad Social— convirtió la diversidad en delito. Esa ley no corregía peligros sociales, los fabricaba, según explicó el colectivo. Y los fabricaba contra las disidencias, contra todos los cuerpos y almas que no cabían en la estrecha norma franquista. «¿Y saben qué es lo más doloroso? Que muchas de estas historias todavía duelen en silencio», añadió Viña.

El presidente del colectivo recuerda que sus nombres no figuran en los libros, que sus memorias se han tenido que rescatar pedazo a pedazo, entre la vergüenza impuesta y el olvido institucional. «Personas como Juana María Ortega, con apenas 19 años, fueron condenadas por una supuesta «tara erótica» —así lo decía su sentencia—, por el simple hecho de amar como su corazón dictaba. No hubo crimen. Solo hubo prejuicio. »Les quitaron la voz, el nombre y la dignidad«, zanjó.

https://www.canarias7.es/sociedad/juana-ortega-mujer-trans-encarcelada-palma-anos-20250624193805-nt.html

Más de 100 mujeres trans sobreviven a prácticas de tortura en las cárceles de Buenos Aires

Más de 100 mujeres trans sobreviven a prácticas de tortura en las cárceles de Buenos Aires
Por Juan Carlos Figueroa
Desde mayo de 2024, la Comisión Provincial de la Memoria ha registrado más de 800 denuncias de tortura contra personas trans y travestis en las cárceles de la provincia de Buenos Aires.

Desde mayo de 2024, la Comisión Provincial de la Memoria ha registrado más de 800 denuncias de tortura contra personas trans y travestis en las cárceles de la provincia de Buenos Aires. El organismo destaca que existe un régimen de control diferenciado para las mujeres trans y otras personas del colectivo LGBTI+ que las expone a mayor violencia.

A las 4 de la mañana del pasado 14 de abril, un grupo de agentes entró de sorpresa en el Pabellón 9 de la Unidad Penitenciaria N°2 de Sierra Chica, en la provincia de Buenos Aires. Despertaron a las detenidas a los gritos, sacudiéndolas y arrastrándolas fuera de sus camas sin dar ninguna explicación. Eran más de 45 personas en ese pabellón, todas LGBTI+, la mayoría mujeres trans. Las sacaron al patio a empujones, con insultos. A los golpes.

Esa madrugada llovía y muchas estaban casi desnudas. Las hicieron correr hacia otro sector del penal. Mojadas y llenas de barro, las encerraron en “los buzones”. Así le llaman a las celdas de aislamiento, utilizadas como forma de castigo en esta cárcel. Les decomisaron sus celulares, para que no pudieran comunicarse con sus familiares, conocidos o abogados. La mayoría pasó allí más de tres días. Algunas, hasta más de 15.

Distintos informes de la Comisión Provincial por la Memoria —organismo público que investiga casos de tortura y violación de derechos humanos— describen a los “buzones” como el peor lugar del penal. Son espacios que suelen estar desprovistos de elementos básicos. Como un foco de luz artificial, por ejemplo, o una llave de agua potable.

Testimonios de quienes han pasado por “los buzones”, documentados por inspectores de la CPM, coinciden en resaltar al frío y al hambre como los dos grandes padecimientos en estos espacios. También relatan que, en este sector, el personal penitenciario ejerce violencia y humillación con más saña. A las personas trasladadas esa madrugada, además del aislamiento, se les privó de sus medicamentos.

Por todo esto, la CPM denuncia la situación ocurrida en el llamado “pabellón de la diversidad” de Sierra Chica como un hecho de torura. “La modalidad de la requisa y la violencia ejercida reflejan el carácter abusivo del operativo. Algo así nunca debió haber ocurrido”, señala Roberto Cipriano García, secretario del organismo. Pero lejos de tratarse de un un caso extraordinario, lo reportado da cuenta de una situación recurrente, cotidiana, que enfrentan las mujeres trans y otras personas LGBTI+ detenidas en varias cárceles de la provincia de Buenos Aires.

Más de 100 personas LGBTI+ violentadas

La CPM presentó de inmediato un hábeas corpus, un recurso legal urgente que exige la intervención de un juez para frenar posibles arbitrariedades. Gracias a esto, la jueza que tomó parte ordenó la atención médica de todas las personas agredidas, la entrega de sus medicamentos y la devolución de sus pertenencias.

La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) pidió que el caso se investigue con perspectiva de género. El organismo advierte que ha constatado la existencia de un régimen diferenciado, con mayores niveles de vigilancia y castigo, dirigido a mujeres trans y otras personas del colectivo LGBTI+.

A las personas LGBTI se las priva de tratamientos hormonales, antirretrovirales y se las castiga con aislamientos prolongados.

Aparte de la violencia física y psicológica denunciada, el solo hecho de que se aplicara un castigo colectivo ya evidencia la gravedad del abuso. Las autoridades penitenciarias, hasta ahora, ni siquiera han ofrecido una explicación formal que justifique el operativo.

Pero es una violencia que trasciende a este centro. Desde enero de 2024 hasta mayo de 2025, la CPM ha presentado un total de cuatro habeas corpus colectivos, por acciones que considera tortura, tratos crueles y/o degradantes en contra de personas LGBTI+.

Las medidas de protección se tomaron en favor de más de 120 personas, la mayoría mujeres trans, detenidas en tres cárceles de la provincia: además de la de Sierra Chica, en la Unidad Penal 32 de Florencio Varela y la Unidad Penal 44 de Batán, en Mar del Plata.

Estas denuncias revelan patrones de abuso similares. Otro de los hábeas corpus fue presentado en septiembre de 2024, para denunciar que en el penal de Florencio Varela más de 50 personas LGBTI+ eran sometidas a requisas vejatorias —inspecciones que implican el desnudo y la revisión de todo el cuerpo— y violencia física por parte del personal penitenciario.

Existe un régimen de control diferenciado para las mujeres trans y otras personas del colectivo LGBTI+ que las expone a mayor violencia.

La CPM también ha denunciado varias veces sobre requisas violentas y humillantes en la Unidad Penal 44 de Batán, en Mar del Plata. Algunos de estos actos podrían, incluso, constituir abuso sexual. El último habeas corpus colectivo fue presentado en febrero del año pasado, para exigir garantías en favor de un grupo de aproximadamente 12 mujeres trans. El organismo ha verificado que este tipo de requisa, la forma y la periodicidad, no se realizan a otras personas del centro penitenciario. Solo a las mujeres trans.

Más de 800 denuncias sobre tortura

Sin embargo, en estos tres centros penitenciarios y en varias alcaidías de la provincia, todas bajo la órbita del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), la denuncia más frecuente tiene que ver con las trabas para acceder a atención médica o recibir los medicamentos que necesitan.

La CPM entrevistó a 93 mujeres trans y travestis detenidas en unidades y alcaidías del SPB, entre enero de 2024 y mayo de 2025. En total, reportaron cerca de 800 denuncias que el organismo califica como tortura y tratos crueles. Más de la mitad de esos casos están vinculados con la falta total o parcial de atención médica.

“El problema del acceso a la salud de toda la población detenida es alarmante, pero para personas trans y travesti adquiere dimensiones más graves”, explica Juan Introzzi, director del Programa de Inspección a Lugares de Encierro de la CPM.

Esta vulneración es resultado, principalmente, de la patologización de sus identidades, la falta de reconocimiento de las mismas y la violencia que sufren de los profesionales de la salud cuando buscan atención y cuidados.

“No son hechos aislados, sino condiciones permanentes y repetidas que profundizan la vulnerabilidad de estas personas en el encierro”, agrega Introzzi. Según una encuesta realizada por la Comisión en 2022, 7 de cada 10 mujeres trans y travestis dijeron padecer algún tipo de enfermedad. La mitad tenía más de una afección diagnosticada. Y 5 de cada 10 entrevistadas vivían con VIH.

Padecen la cancelación sistemática de turnos médicos y la interrupción de tratamientos antirretrovirales. En casi todos los casos, se les niega o suspende el acceso a los procesos de hormonización.

En 2024, el 30% de la población trans en las prisiones de la provincia no estaba recibiendo su tratamiento hormonal, según un reporte que la Defensoría del Pueblo de Buenos Aires publicó este año. Y el 60% estaba recibiendo el tratamiento de manera irregular.

“Seguimos presentado acciones judiciales, denunciando penalmente estas condiciones. Pero, lamentablemente, este tipo de prácticas de torturas no cesan”, apunta Introzzi. “Incluso con sentencias favorables para las víctimas, el abuso continúa”.

Los traslados como forma de castigo

Además del aislamiento prolongado y las requisas vejatorias, la CPM tiene años denunciando cómo los traslados recurrentes entre unidades penitenciarias operan como otra forma de disciplinamiento. Ha verificado que esta medida se utiliza como castigo hacia quienes denuncian agresiones o exigen atención médica.

El caso de Lara, una mujer trans de 37 años, expone con crudeza el nivel de violencia. En un periodo de apenas cinco meses, entre junio y octubre de 2023, fue trasladada hasta seis veces. En cada traslado, era esposada y encerrada durante largas horas en la “latita” del camión, llegando a pasar hasta 48 horas dentro de él.

Y una vez en destino, el maltrato se reactivaba. En junio de 2023, a Lara la aislaron en una sección para varones de la Unidad Penitenciaria N°2 de Sierra Chica. Mientras estuvo en este lugar, no podía bañarse porque no había personal femenino disponible para llevarla desde su celda hasta el sector de duchas.

Desde 2017 —el primer año del que la CPM tiene registros— hasta 2023, se reportaron 48 muertes de mujeres trans en cárceles y alcaidías del SPB.

Pasó más de 50 días aislada en los “buzones” del sector para varones. En su celda no tenía acceso a agua potable. Le entregaban alimentos crudos. Como no tenía algún artefacto para cocinarlos, solo se alimentaba con fruta y pan.

Los inspectores de la CPM la volvieron a entrevistar el 1 y el 8 agosto de ese año. Entonces, ya tenía moretones y había bajado de peso. Contó que le había tocado dormir varios días en el piso y luego en un colchón mojado. Que los insultos y la humillación eran a toda hora. Y que las autoridades penitenciarias le habían prohibido hasta recibir las visitas de sus conocidos.

En dos de los centros en los que estuvo, tampoco le permitían tener elementos para depilarse. “Me hicieron recordar que era hombre. Hace años no me veía con barba”, dice su testimonio, reseñado en el último reporte anual de la CPM. Tenía ya meses que no accedía a su tratamiento de hormonización.

En ese tiempo, también comenzó a tener dolores en glúteos y caderas, zonas donde tiene implantes de silicona. La desesperación llegó a ser tal que, en algún momento, se declaró en huelga de hambre para denunciar lo que le hacían.

Recién a fines de 2023, fue alojada en el pabellón de diversidad de Batán, en Mar del Plata. “El cuerpo de Lara cargó con las consecuencias de la violencia transodiante de la sociedad y también de las torturas sistemáticas del Estado por medio del poder punitivo”, señala la CPM. “Su dolor es parte intrínseca del sistema penitenciario, que disciplina los cuerpos y las conductas por medio de la tortura”.

Mayor cantidad de suicidios

El peligro de muerte es latente. Sasha Barrionuevo, una mujer trans de 38 años, falleció el 20 de julio de 2022 tras semanas sin recibir atención médica en la Alcaidía 44 de la cárcel de Batán. Había perdido 30 kilos en poco tiempo y presentaba síntomas graves: vómitos, mareos y pérdida de visión.

La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) denunció que el Servicio Penitenciario Bonaerense desestimó sus síntomas. Se los inventaba, decían los agentes. Una orden judicial terminó exigiendo su traslado, pero ya era tarde: Sasha murió pocos días después en el hospital.

Desde 2017 —el primer año del que la CPM tiene registros— hasta 2023, se reportaron 48 muertes de mujeres trans en cárceles y alcaidías del SPB. El 66% estuvo relacionado con problemas de salud. Generalmente, dice el organismo, este tipo de fallecimientos son consecuencia de la falta de una atención adecuada.

Pero el daño no es solo físico. El 31% de las muertes de personas trans en este periodo fueron suicidios. Una proporción mucho más alta que entre varones (8,7%) y mujeres cis (9%).

La militancia como garante

“Las que están adentro cuentan con las que estamos afuera”, dice Victoria Disalvo, militante del Colectivo Autónomo de Trabajadorxs Sexuales (CATS). Hace más de tres años que el CATS acompaña a mujeres trans detenidas en la Alcaidía 44 de Batán, en Mar del Plata.

Las acompañan como pueden: hacen colectas para comprar artículos de limpieza, materiales de estudio, comida, medicamentos. Y también denuncian lo que pasa rejas adentro. En estos años, lograron visibilizar situaciones graves: videos donde se ve al personal penitenciario romper la medicación, casos urgentes de salud desatendidos, las precarias condiciones de las celdas.

“Se calmaron cuando vieron que había gente de afuera mirando. Se atreven a agredirlas porque las suponen solas”, dice Victoria. Este año, muchas personas empezaron a sumarse desde la Asamblea Antifascista. La red crece. Pero las violencias siguen.

Las requisas humillantes continúan. Hay miedo de denunciar porque el castigo es el traslado, remarca Victoria, algo que las alejaría de sus sistemas de apoyo. Y ninguna de las mujeres trans que está hoy en ese penal accede a su tratamiento hormonal. “Por eso, tenemos que estar más presentes que nunca. Esta gente espera a que baje la exposición para desplegar todo su odio”.

Al cierre de mayo pasado, había 114 mujeres trans detenidas en cárceles del Servicio Penitenciario Bonaerense. Según datos de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, más del 90% está acusada de infringir la ley 23.737 —delitos vinculados a la tenencia y tráfico de drogas—. Sin embargo, más del 60% aún no tiene condena. Es decir, ante la justicia, todavía siguen siendo inocentes.

https://www.pagina12.com.ar/834794-mas-de-100-mujeres-trans-sobreviven-a-practicas-de-tortura-e