17 años de prisión para 3 policías en Perú por violar y torturar a una persona trans, en una condena inédita para el país y la Corte Interamericana de Derechos Humanos
Pie de foto,Azul Rojas Marín se ha convertido en una activista de los derechos de la comunidad LGTBIQ.
Este caso además fue el primero en la historia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (IDH) en considerar un caso de tortura motivada por disicriminación en la región.
Dino Ponce, Luis Quispe y Juan León recibieron la sentencia en la Corte Superior Nacional de Justicia Penal Especializada por el caso ocurrido en 2008 en la ciudad de Casa Grande, en el norte del país.
El 28 de febrero de ese año Azul Rojas caminaba hacia su casa cuando fue detenida por los tres agentes quienes le exigieron su identificación. Posteriormente, fue llevada a una estación de policía donde la torturaron y violaron
Aunque Azul llevó el caso ante las autoridades judiciales, los tres agentes fueron dejados en libertad sin cumplir ninguna condena. Entonces, ella, junto a otras organizaciones de derechos humanos llevaron el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y el caso llegó finalmente a la Corte Interamericana.
Fuente de la imagen,Getty Images
En 2020, la IDH le ordenó a la justicia peruana iniciar un proceso judicial en contra de los agentes de policía por considerar que la detención de Azul Rojas había sido arbitraria, motivada por discriminación, y declarando que los hechos constituyeron tortura sexual.
A partir de entonces, la Fiscalía peruana inició una investigación y posteriormente acusó a los tres policías de tortura y violencia sexual agravada por un ensañamiento motivado por ser una persona trans y miembro de la comunidad LGBTI.
En 2022, como parte de las medidas de reparación ordenadas por la IDH, el Estado peruano realizó un acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional y pidió perdón a Azul Rojas Marín y a su familia por el daño irreversible causado.