Literatura en defensa propia: un equipo de la Universidad de Murcia lidera un proyecto europeo contra la transfobia

Literatura en defensa propia: un equipo de la Universidad de Murcia lidera un proyecto europeo contra la transfobia

Los derechos conquistados por el colectivo LGTBIQ+ están sometidos a un constante acoso y derribo por parte de los sectores más -y no tanto- reaccionarios de la sociedad. Un período complicado, en el que el conservadurismo está derivando a una coartación consciente del avance social; un período que algunos han comenzado a llamar Ilustración Oscura.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Murcia, pertenecientes al grupo “Escrituras Plurales: Intertextualidad e Interdisciplinariedad”, ha recibido financiación de la alianza de universidades europeas “EuniWell” para liderar un proyecto de investigación denominado “Literatura y cambio social: creación de un laboratorio de lectura para combatir la transfobia y la xenofobia” (LIT-LAB), coordinado por la investigadora Maravillas Moreno, en el que también participarán investigadores de las universidades de Santiago de Compostela, Colonia y Birmingham.

Hemos hablado con ella y con su compañero Amal Conesa, ambos investigadores predoctorales que lideran la iniciativa desde la Facultad de Letras y Educación de la UMU. Conesa, además, forma parte del grupo de investigación DICSO: Didáctica de las Ciencias Sociales.

¿Cuál es el potencial de la literatura para combatir la homofobia, la transfobia o el racismo?

Maravillas: Nos planteamos que, como producto cultural, la literatura puede llegar a reproducir ideologías. Todavía no hay investigaciones científicas lo suficientemente extensas como para evaluar la capacidad de la literatura de promover cambios reales en la actitud de las personas.

El primer paso para el proyecto es recopilar una base de datos de libros que traten la transexualidad, la migración, y otras temáticas sobre cuyo impacto tratamos de investigar. El proyecto se va a fundamentar en una serie de cuestionarios previos a unos grupos focales, a unos laboratorios de lectura, en los que queremos ver cómo cambian las actitudes de los estudiantes después de haberse sometido a este experimento.

La literatura siempre ha tenido un significado político. Y, aunque también exista la literatura sin trasfondo social, ese tipo de literatura también hace política y también hace ideología en un sentido negativo.

Amal: La literatura es un espacio donde se siguen librando batallas; incluso batallas que uno no es consciente que se están librando. Todo régimen político necesita tener detrás una intelectualidad; el nazismo, el fascismo o el franquismo también los tenían; necesitan intelectuales que les den soporte ideológico para defender sus posturas ya no solo con la fuerza, sino también con ideas.

Pienso, por ejemplo, cuando [José Luis] Villacañas publicó un ensayo titulado Imperiofilia [y el populismo nacional-católico: Otra historia del imperio español], como respuesta a un libro titulado Imperiofobia [y la leyenda negra, de Elvira Roca Barea], cuya intención era traer de vuelta a un primer plano intelectual la idea de la leyenda negra española, de que en realidad no fuimos tan malos, ni matamos tanto.

Hay, entonces, una literatura consciente que busca dar voz a problemáticas concretas, ¿qué ocurre con la literatura del pensamiento hegemónico? ¿Es consciente o inconsciente?

Amal y Maravillas: Los autores tienen una responsabilidad al escribir, porque reproducen las estructuras sociales y culturales sin pararse a analizarlas. Por ejemplo, muchos autores no se molestan en darle una profesión a personajes femeninos; no se da ninguna información sobre esto, simplemente actúan en función del hombre, o tienen un rol amoroso o sexual, o llevan a cabo una acción concreta, pero ya está.

Esto tiene mucho que ver con ciertos discursos que reclaman la vuelta a períodos pasados. Con lo trans ocurre algo que menciona la activista feminista y escritora Claudia Rodríguez: “Se nos ha condenado a los márgenes, a los parques, a las afueras de la ciudad; si a nosotros se nos ha condenado a lo monstruoso, a ser monstruosas, entonces vamos a reivindicar esto”, y de esa forma se hace bandera de una estética de lo abyecto. Hacer estética de las faltas de ortografía, ir contra la belleza, porque al final eso es hacer contrahegemonía“.

Cuando tratas un tema desde una posición hegemónica, nunca se considera que estés politizándolo.

Maravillas: La ideología está en todas partes, y al final es una cuestión de responsabilidad del autor a la hora de construir la narración, los personajes y la historia, porque cuando escribes reproduces las estructuras de dominación sociales y culturales, muchas veces sin pararte a analizarlas.

También es un campo dominado por unos intereses de mercado y tratar de subvertirlo es muy complicado. Por eso estamos viendo que efectivamente los discursos más rupturistas que van contra las estéticas tradicionales, son las de aquellos colectivos que tienen algo por lo que luchar.

Tras décadas de conquistas sociales, la reacción conservadora está más activa que nunca y el movimiento LGTB se encuentra mucho más cuestionado que hace unos años. Culturalmente, ¿estamos atacando o defendiendo?

Amal: Para mí, hay una reflexión muy importante. Y es cómo de bien integrada está la existencia de personas LGTB, por la falta de desarrollo que tienen, por ejemplo en la ficción, pero no solo en la ficción. No tienen temáticas protagonistas o no aparecen elementos propios de sus vidas; de esas vidas no heteronormativas o cisheteronormativas, sino que ni siquiera existen reflexiones fuertes que podamos trasladar dentro de los cánones literarios de aquellos autores que fueron LGTB durante el siglo XX, de los que obviamos su orientación sexual a la hora de analizar su trabajo artístico.

Pienso en Chirbes, porque normalmente no se explica desde una perspectiva LGTB cuando esa perspectiva es fundamental para entender su obra. O Gloria Fuertes, pero es que el punto llega hasta la idea de que García Lorca no fue homosexual.

En la literatura que se nos enseña del siglo XX en secundaria o en la universidad no cobra ningún tipo de importancia, no actúa como una forma de lectura. La idea de que ese autor fue un autor LGTB con preocupaciones LGTB y con una vida queer bastante plena no se tiene en cuenta.

En su poesía siempre se ha pretendido obviar que era gay, cuando sus alusiones explícitas al referente amoroso evidencian que era homosexual.

Maravillas: Pero el problema no es cómo se posicionan los autores, sino cómo lo lee la crítica literaria. Hay que repensar la manera en que analizamos la literatura, porque se ha obviado ese tipo de de posicionamiento. De hecho, creo que no se puede entender una obra literaria si no atendemos a la posición social del autor, sobre todo si es marginal en cualquiera de los sentidos, tanto económico como a nivel de identidad sexual, etcétera.

No se puede entender completamente la obra si no es de esta manera; y puede parecer contradictorio e incluso surrealista, pero creo que esta idea sigue siendo revolucionaria en el plano académico.

https://www.eldiario.es/murcia/literatura-defensa-propia-equipo-universidad-murcia-lidera-proyecto-europeo-transfobia_1_11567134.html

Ciudad de México convierte el transfeminicidio en delito: “Nuestra mayor venganza es que seamos felices”

Ciudad de México convierte el transfeminicidio en delito: “Nuestra mayor venganza es que seamos felices”

Por Paula Vilella

Puente de Alvarado es una de las principales avenidas de Ciudad de México. Una calzada que ya existía en la época prehispánica y, desde hace décadas, uno de los principales lugares para la prostitución en la calle, rodeada de pensiones baratas. Fue allí donde la noche del 30 de septiembre de 2016, un cliente mató a tiros a Paola Buenrostro. Tenía 24 años. La joven había dejado atrás su Chiapas natal rozando la mayoría de edad para ir a la capital del país, una biografía muy común para las mujeres trans en México. Como la mayoría de ellas, expulsadas de sus hogares y ante la discriminación y la falta de oportunidades, ejercía la prostitución en este punto de la ciudad.

Un vídeo recoge los momentos posteriores al asesinato. En él se ve a Paola inconsciente en el asiento del copiloto y se escuchan sirenas de fondo y los gritos desesperados de Kenya Cuevas, compañera y amiga: “Todavía está viva, llamen a una ambulancia”. Minutos después, muere en el lugar. “Paola era una mujer muy empática, solidaria, sensible… convivimos durante ocho años y tejimos una red de apoyo”, recuerda Cuevas en una conversación con elDiario.es.

El caso estuvo lleno de irregularidades: la identificaron como un hombre y no permitían que sus amigas resolvieran los trámites relacionados con el cuerpo. También se identificó y detuvo al asesino (un guardia de seguridad, exmilitar con licencia para portar armas) pero apenas 48 horas después lo liberaron y desde entonces está prófugo. Cuevas reunió y lideró a sus compañeras y sacaron a Paola con el féretro abierto para cortar una avenida y protestar.

Su memoria sigue viva gracias a la lucha que ellas han protagonizado desde entonces. A raíz de este caso, Cuevas pasó a convertirse en una destacada activista. Fundó en 2018 la organización por los derechos de las mujeres trans Casa de las Muñecas Tiresias y un año más tarde abrió las puertas de un refugio con el nombre de su amiga. En junio de 2019, la Fiscalía de la ciudad emitió una disculpa pública por la manera en que llevó el caso y reconoció que se trató de un transfeminicidio. Era la primera vez que se utilizaba esta palabra en el ámbito judicial. La legislación que ahora tipifica el transfeminicidio en Ciudad de México lleva también su nombre.

Activistas trans celebran la aprobación de la 'Ley Paola Buenrostro' que tipifica transfeminicidio como delito frente al Congreso de México.Activistas trans celebran la aprobación de la ‘Ley Paola Buenrostro’ que tipifica transfeminicidio como delito frente al Congreso de México. Mario Guzmán / EFE

La ‘ley Paola Buenrostro’

El pasado 18 de julio, el Congreso de la Ciudad de México aprobó la “Ley Paola Buenrostro”, que tipifica el transfeminicidio, que prevé penas de entre 35 y 70 años de prisión. Hasta ahora, este delito caía en un vacío: no contaba dentro de los supuestos de feminicidio (como sí ocurre en Argentina y Colombia), pero tampoco se podía explicar como un delito común, dejando fuera la motivación de odio de género.

Ahora se tienen en cuenta las características propias que tiene la violencia contra las personas trans y la vulnerabilidad de este colectivo. El código penal define que “comete el delito de transfeminicidio quien, por razón de identidad de género o expresión de género, prive de la vida a una mujer trans o a una persona cuya identidad o expresión de género, real o percibida, se encuentre dentro del espectro femenino de género”.

El Centro de Apoyo a las Identidades Trans lleva los datos de la violencia en el país. Entre 2007 y 2022 se cometieron 590 transfeminicidios. Una media de 53 por año. En 2024 ya se cuentan 28 en todo el país. En todo el mundo, México solo es superado por Brasil, según las estadísticas del Transgender Europe, una organización que realiza el mapeo mundial de la violencia contra las personas trans.

Para Cuevas es importante que el transfeminicidio sea un delito específico. “A pesar de que estamos colocadas en el género femenino binario eso no significa que tengamos una casa, esposo, hijos… estos entornos socioculturales que históricamente se han formado. Las mujeres trans se colocan en otros espacios, van creando otro tipo de redes y se encuentran en otras vulnerabilidades más críticas que una mujer cisgénero”, señala.

Junto con organizaciones de la sociedad civil, Temistócles Villanueva, diputado en el Congreso de la ciudad por el partido oficialista Morena –que cuenta con la mayoría en la Cámara– fue el encargado de construir e impulsar esta iniciativa en la cámara desde 2021. Hicieron falta tres intentos hasta que salió con 44 votos a favor, uno en contra y cero abstenciones, un consenso que allana el camino a una nueva sensibilidad al respecto, a pesar de la “transfobia institucionalizada” que Villanueva asegura que hay en México.

“Ningún otro eje de iniciativas ha tenido tantas complicaciones como las relacionadas con las personas trans”, dice a este medio. El tiempo corría en contra: el próximo 1 de septiembre tomarán posesión los nuevos cargos que salieron de las elecciones del 2 de junio y con todo el camino recorrido, consideraban que era importante que saliera en esta legislatura.

Ciudad de México es el segundo estado de México en tipificar el transfeminicidio después de que lo hiciera Nayarit en marzo. Pero Cuevas dice que van a por más: “Ojalá salga a nivel nacional y a nivel internacional. Es una forma de restaurar los derechos humanos básicos de las personas trans en el mundo. Sería un gran parteaguas [hecho decisivo]”. Villanueva cree que México podría convertirse en punta de lanza en la región, como lo fue hace 20 años al tipificar el feminicidio.

La ley establece varios agravantes: crueldad extrema, tortura o violencia sexual previa, que sea cometido en el contexto del “trabajo sexual” o de que la víctima haya sufrido actos de explotación sexual o trata, que haya amenazas de muerte previas o que haya un vínculo del agresor con la víctima. Otra victoria para el colectivo es que contempla a la “familia social” para actuar en nombre de la víctima y hacer todo el papeleo relacionado con la defunción, ya que muchas son repudiadas por sus familias biológicas.

“Solo el primer paso”

La ley se encuentra de bruces sin embargo con la impunidad que sufre México. Solo cuatro de cada 100 casos que se investigan obtienen una sentencia, según la organización México Evalúa. El de la propia Paola permanece impune. Sin embargo, Cuevas aclara que esto es solo “la punta del iceberg de toda una violencia estructural”. “Hay todo un camino por educación, vivienda, salud, trabajo, identidad que se tiene que construir para evitar estos actos de violencia”, dice.

“Esto es solo el primer paso. De nada sirve si no viene acompañado de un cambio cultural e institucional”, coincide Natalia Lane, otra de las coautoras de la iniciativa. Es activista de la Coalición Laboral Puteril y superviviente de transfeminicidio. En 2022 un cliente intentó asesinarla en un hotel de la ciudad. Le apuñaló en la nuca y la cara. Escapó y activó un directo en Facebook para contar lo que le acababa de pasar. Su caso fue el primero que se investigó como tentativa de feminicidio de una mujer trans.

Desde 2014, Ciudad de México permite cambiar el género en los documentos (en 2021 lo permite también a los menores desde los 12 años). En esto también es pionera en la región. Lane es oficialmente una mujer para la burocracia desde entonces. A pesar de ello, la defensa del agresor ha interpuesto varios amparos señalando que no debería estar en la Fiscalía de feminicidio, dilatando el proceso. “Las mujeres trans vivimos mucha violencia y revictimización durante el proceso penal. Por eso muchas no denuncian, porque es doloroso y cansado”, asegura. Su caso todavía no ha llegado a juicio.

En general, Lane está “feliz y contenta” tanto con el texto como por el camino recorrido con compañeras como Cuevas. “Lo importante de esta iniciativa es que recoge los testimonios y las necesidades de las víctimas y sobrevivientes, que trata de escucharnos”. Sin embargo, para ella, esta ley deja una deuda: ¿qué pasa con la reparación? “No solo desde el punto de vista económico y psicológico, sino de cómo prevenir la violencia contra las mujeres trans en el país”. En este sentido, cree que lograr la inserción laboral de las mujeres trans es fundamental para lograr avances. 

Un lugar de descanso

Un espacio de cemento con azulejos de los colores de la bandera trans y vidrieras llama la atención en el polvoriento panteón de San Lorenzo Tezonco de Iztapalapa, una zona periférica de la Ciudad de México. Es el Mausoleo Tiresias, también fruto de la lucha de estas mujeres que comenzó con la muerte de Paola.

La mayoría de las mujeres trans mueren abandonadas, solas, en condiciones violentas. Y jóvenes. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la esperanza de vida de las mujeres trans en la región es de apenas 35 años en América Latina.

Por eso, tras acompañar la muerte de su amiga y otros casos similares, Cuevas movió cielo y tierra durante cinco años para conseguir un espacio digno donde tuvieran un lugar en el que, al menos, descansen sus restos, y que lo hagan con el nombre que ellas eligieron. Desde febrero de este año, los de Paola también están ahí. “Vale la pena luchar por nuestros ideales y nuestras convicciones. Nuestra mayor venganza es que seamos felices”, concluye Cuevas.

https://www.eldiario.es/desalambre/ciudad-mexico-convierte-transfeminicidio-delito-mayor-venganza-seamos-felices_1_11559068.html

Denuncian dos agresiones tránsfobas en Valencia durante la madrugada del sábado al grito de «travesti» y «maricón de mierda»

Denuncian dos agresiones tránsfobas en Valencia durante la madrugada del sábado al grito de «travesti» y «maricón de mierda»
  • Una de las jóvenes recibió un golpe que le hizo una herida que requirió siete puntos de sutura.
  • Los agresores podrían ser los mismos, un grupo de tres hombres que atacó la misma noche.

Dos mujeres trans han denunciado sendas agresiones tránsfobas ocurridas durante la madrugada del sábado al domingo en la ciudad de València al grito de «travesti» o «maricón de mierda».

Una joven ha difundido a través de su cuenta en la red social X que el sábado por la noche ella y sus amigas sufrieron una agresión tránsfoba que «acabó con un puñetazo» a una de ellas, Ángela, en la calle Pedreguer a las 2.30 de la madrugada antes de entrar en una discoteca.

«Nos están cazando. Id con cuidado porfa y compartid», dice esta usuaria, que pide difusión para localizar a los supuestos agresores. En su post –en el que ha colgado una fotografía en la que se aprecian las heridas de su amiga– insiste: «Entre todes tenemos que encontrarlos, por favor. Compartid, que nos oiga toda Valencia, hoy es la cabeza abierta sí, siete puntos…. Pero mañana. Nos están matando!!’, advierte.

En ese mismo mensaje, ya advertía que se había producido una segunda agresión poco después. La Policía Nacional ha confirmado que está investigando una denuncia por una supuesta agresión tránsfoba cometida en la Avinguda del Regne de València. En ambos casos los señalados son tres hombres que habrían podido ser los mismos.

Condena municipal

El portavoz del equipo de gobierno municipal, el ‘popular’ Juan Carlos Caballero, ha condenado «de manera enérgica» este tipo de agresiones y ha recalcado que València es «todo lo contrario, es tolerancia, respeto y libertad de ser y amar». «El odio no tiene cabida», ha aseverado en un mensaje en redes sociales.

Desde Compromís, Lluïsa Notario ha lamentado que se hayan producido «dos agresiones por transfobia» en una noche. También en redes ha enfatizado que esta es la realidad que viven las personas LGTBI, al tiempo que ha criticado los discursos que legitiman las violencias que sufre este colectivo. «Dejadnos en paz. Si sentís que nuestras vidas amenazan las vuestras, hacéoslo mirar», ha exclamado.

Señalamiento

El edil socialista advierte que «estas agresiones nacen del odio y del señalamiento al colectivo LGTBI que están perpetrando personas que tristemente forman parte del gobierno de nuestra ciudad».

«Hoy la ciudad de València es la administración más grande de España donde personas ultras forman parte de un Gobierno y el Ayuntamiento tendría que salir frontalmente a decir que esos discursos que están presentes en su gobierno no caben en la ciudad». 

https://www.20minutos.es/noticia/5548589/0/denuncian-dos-agresiones-transfobas-valencia-durante-madrugada-sabado-grito-travesti-maricon-mierda/