No es orgullo, es liberación: cuando el colectivo trans se planta ante la hipocresía

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No es orgullo, es liberación: cuando el colectivo trans se planta ante la hipocresía

Avatar de Gina Serra és autora i activista trans, presidenta d'ATC Llibertat, entitat compromesa amb la defensa dels drets del col·lectiu. Per a més informació: atc.llibertat@gmail.com Tel. 931 130 810.

Este junio no es orgullo, es liberación. El colectivo trans en España sigue sufriendo violencia, precariedad y olvido institucional. No queremos más banderas vacías: exigimos justicia, derechos reales y vidas dignas. La revuelta sigue. ✊🏽🏳️‍⚧️ #LiberaciónTrans #OrgulloEsLucha #TransDretsJa #LaRevoltaContinua

Nos quisieron silenciadas, nos encontrarán levantadas

Junio. El mes que llena fachadas de instituciones, marcas y partidos políticos con banderas multicolor, mientras, en paralelo, los cuerpos trans siguen siendo víctimas de la violencia, la precariedad y la discriminación. Por eso, para muchas de nosotros, mujeres trans, personas no binarias, jóvenes que intentan sobrevivir en un país que les margina, esto no es orgullo. Es resistencia. Es liberación .

Una historia que no empieza con banderas, sino con porrazos

El 28 de junio de 1969, en el bar Stonewall Inn de Nueva York, estalló una revuelta. No una fiesta. La policía hacía redadas sistemáticas a locales frecuentados por personas LGTBIQ+, especialmente por travestis, mujeres trans y personas racializadas. Esa noche, dijeron ya basta. Y así empezó lo que hoy llamamos la lucha por la dignidad del colectivo.

¿Pero qué queda de ese espíritu de revuelta, hoy en España?

La realidad trans en España: entre la ley y la supervivencia

En 2023 se aprobó la Ley estatal por la igualdad real y efectiva de las personas trans y por la garantía de los derechos de las personas LGTBI . Una ley necesaria, fruto de décadas de lucha, pero que no ha estado a la altura de la esperanza generada. Muchas comunidades autónomas, gobiernos locales e instituciones públicas han boicoteado, recortado o ignorado su aplicación.

Mientras tanto:

  • La media de paro entre las personas trans supera el 85% .
  • Las jóvenes trans sufren acoso escolar hasta límites que expulsan de la educación formal.
  • Las personas mayores trans viven el aislamiento, la no atención sanitaria digna y la negación de su identidad.
  • Las personas transmigrantes viven en una doble o triple exclusión , sin papeles, sin trabajo y sin acceso a derechos básicos.

Hablamos de un colectivo empobrecido, criminalizado, patologizado y violentado . Según el último informe del Observatorio contra la Homofobia de Catalunya, en 2024 se registró un aumento alarmante de las agresiones por motivos transodientes. En cada espacio en el que deberíamos ser protegidas, somos cuestionadas.

¿Orgullo institucional o maquillaje político?

En junio se llena de consejeros/as, alcaldes/as y ministros que hablan de derechos LGTBI, mientras financian fundaciones ultracatólicas , permiten discursos de odio en prensa y dan voz a feministas excluyentes que niegan la identidad trans.

El PSOE y su entorno bloquearon durante meses la ley trans y todavía hoy algunos de sus miembros cuestionan el derecho a la autodeterminación de género. PP y Vox han derogado o paralizado leyes LGTBI a autonomías como Madrid, Castilla y León o la Comunidad Valenciana. Y mientras todo esto ocurre, el Estado permite que las personas trans sigan muriendo en soledad, en precariedad, sin futuro.

Nos venden orgullo, pero necesitamos reparación, reconocimiento y justicia . Orgullo es una palabra que no puede tapar ni el olvido, ni la transfobia estructural, ni los suicidios de jóvenes trans que no pudieron más con la violencia social Casos como el de Alan (Barcelona, ​​2015 ) asesinatos sociales .

Liberación, no tolerancia

La lucha trans no es una demanda de inclusión en un sistema que nos expulsa. Es una revolución para transformarlo. No queremos ser «aceptadas», queremos que se desmonte el patriarcado, el capitalismo precarizador, el racismo institucional y la cisnorma que nos obliga a justificar nuestra existencia.

No queremos que nos toleren en las escuelas, queremos una educación con memoria, feminista, antirracista y transpositiva. No queremos cuotas simbólicas, queremos puestos de trabajo dignos, vivienda, acceso a la salud integral .

El grito de Stonewall sigue vivo

Este junio, no salimos a la calle para celebrar. Salimos para recordar que somos hijas, limpias y hermanas de esas que plantaron cara. Que la liberación es diaria, colectiva e incómoda. Que mientras haya una sola persona trans sufriendo por ser quien es, la revuelta continúa .

No nos vende orgullo si no hace efectiva la liberación. No nos ponga en la foto si después nos saca de las políticas públicas. No nos abrace en junio si nos ignora el resto del año.

Este año, no celebramos: nos liberamos. Y lo haremos hasta que la dignidad no sea un privilegio, sino un derecho garantizado.

Gina Serra és autora i activista trans, presidenta d’ATC Llibertat, entitat compromesa amb la defensa dels drets del col·lectiu. Per a més informació: atc.llibertat@gmail.com Tel. 931 130 810.

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